La reina sigue viva, viva la reina
El filón de Queen, como el de The Beatles, no parece tener fin. La banda, que desgraciadamente desapareció tras la muerte de Freddie Mercury el 24 de noviembre de 1991 (aunque se dice que hubo amagos de reclutar a un nuevo cantante), sigue generando grandes beneficios, sobre todo a través de su fondo de catálogo. Los álbumes de grandes éxitos son una buena muestra del poderío de la reina, aún después de muerta.
The platinum collection: Greatest hits I, II & III, como su nombre indica, es un recopilatorio de recopilatorios. En él se condensan por primera vez juntos sus mayores himnos, grandes canciones que marcaron una época. Es una buena forma de rizar el rizo ahora que se cumplen 30 años de la edición del primer disco del cuarteto británico: Queen.
Aunque no es un disco nuevo (ni pretende serlo), sí es la ocasión idónea para tener repartidos en tres discos clásicos de la talla de Bohemian rhapsody (una canción que, como el vino, con los años ha ido ganado bouquet), Another one bites the dust, We will rock you, A kind of magic, I want to break free o The show must go on, que marcaron decisvamente el rumbo de Queen en sus dos décadas de actividad.
El CD 1 y el CD 2 (que corresponden a los volúmenes I y II de sus grandes éxitos, respectivamente) ya se comercializaron de forma conjunta en 1995, pero también tuvieron sus ediciones por separado años antes. El CD 3 (el volumen III) salió en 1999. Si bien no aportaba nada nuevo (aparte de algunas rarezas y un remix no demasiado acertado de Under pressure, además de varios temas de la carrera en solitario de Mercury), suponía poner el punto y final definitivo a la carrera de la que puede ser considerada como la mayor banda de rock de Gran Bretaña (siempre con permiso de Sus Satánicas Majestades, los Stones).
Este triple y jugoso álbum, al igual que ya sucedía en las publicaciones originales por separado, incluye un extenso libreto con fotografías y anécdotas de Freddie Mercury, Brian May, John Deacon y Roger Taylor. Imprescindible para neófitos y acérrimos coleccionistas.