Biografía Natalie Imbruglia
Natalie Imbruglia es una de las cantantes de mayor éxito de Australia. Triunfó en 1997 con <i>Torn</i>, una canción que dio la vuelta al mundo y la encumbró como toda una estrella del pop.
Natalie Jane Imbruglia nació el 4 de Febrero de 1975 en Australia, en la ciudad de Berkeley Vale, en Nueva Gales del Sur, una pequeña ciudad costera situada dos horas al norte de Sidney. Actualmente imagina su vida hogareña rodeada de árboles, cisnes y pequeñas canoas. Así es como Natalie Imbruglia imagina su futuro. De vez en cuando pasará muy cerca alguna que otra embarcación llena de turistas, con un guía que les anunciará por los altavoces: "Y esa es la casa de Natalie Imbruglia". Ahora, la propia Natalie es quien nos puede mostrar la preciosa vista que se disfruta desde la terraza trasera de la casa, con una preciosa vista del Támesis. También, su actual casa se ha transformado en algo espectacular. Al principio resultaba un tanto recargada, pero Natalie se encargó de remodelarla para que adquiriese una elegancia que la hace parecerse más a una mansión de Beverly Hills que a una de las típicas residencias de la zona inglesa de Berkshire.
Por si fuera poco, su situación, en medio de una pequeña isla privada (White Lilies Isalnd), hacen que de repente Natalie nos recuerde a una princesa de 28 años que vive refugiada en su propia jaula dorada. Todo un logro, sobre todo para una joven cuyo primer trabajo importante en el mundo del espectáculo, y su primer contacto con la fama llegaron al interpretar a la novia de un constructor en una telenovela australiana. El talento y la belleza han sido los dos grandes pilares que han ayudado a Natalie a hacer realidad su sueño, junto a una buena dosis de suerte, una total entrega y la constante decisión de convertirse en dueña de su propio destino. Incluso cuando era una niña y vivía en Berkeley Vale, siempre estuvo segura de que algún día acabaría siendo artista. "Era como si alguien me lo hubiera confesado, estaba totalmente segura de lo que haría cuando fuera mayor. Recuerdo una ocasión en que tuve una terrible discusión con una de mis hermanas. Ella decía que no sabía lo que quería ser en la vida, y yo le contestaba: ?¡No me digas que no sabes para qué has nacido, no me digas que no sabes cuál es tu destino!?. Ella, a su vez, me decía: ?Mira, bonita, la mitad de la gente que hay en el mundo no tiene ni idea de lo que quiere hacer en la vida?. Aquello me afectó tanto que para mí se convirtió en un auténtico shock".
No es que aquella niña que aprendió baile folklórico escocés cuando aún usaba pañales supiera que acabaría siendo una de las protagonistas de la telenovela Neighbours (Vecinos). Tampoco imaginaba que su trabajo en Ramsay Street le ayudaría a conseguir parte del dinero que posee en la actualidad. Al igual que ocurrió antes que ella con Kylie Minogue, lo que hizo Natalie fue utilizar la popularidad que había conseguido en el mundo de las telenovelas para dar sus primeros pasos en el mundo de la música. Sin embargo, a diferencia de Kylie, no eligió un estilo excesivamente comercial y demasiado dulzón. En 1997, su primer single, Torn, una canción muy pegadiza pero también con una letra totalmente creíble, se convirtió en uno de los grandes éxitos del año en todo el mundo. Consiguió su primer Nº 1 en las listas de ventas y su álbum Left of the middle (1997) logró vender más de 6 millones de copias. De repente, Natalie acababa de convencer al mundo de su auténtico renacimiento artístico, después de convertirse en una gran estrella del pop.
Sin embargo, necesitó un poco más de tiempo antes de convencerse a si misma: "Torn fue como la chispa que rápidamente inicia un gran fuego. De repente me encontré a mí misma aprovechándome de aquel enorme éxito mientras viajaba a un montón de países, intentando siempre aguantar tanta actividad", afirmaba. "En ese sentido, para mí representó un punto de inicio maravilloso, pero una parte de mí estaba convencida de que aquel enorme éxito me había llegado demasiado pronto, era algo increíble, pero pensaba que aún no era el momento de disfrutarlo, porque aún no me lo merecía". Quizá en aquellas ideas tuvo que ver el hecho de que Torn había sido grabado anteriormente por la artista noruega Trine Rein, y por tanto se trataba de la única canción de su primer álbum en cuya composición Natalie no había participado. Chris Evans se encargó de contárselo a la prensa inglesa, emitiendo la canción original una y otra vez en el programa que presentaba en la emisora Virgin Radio, mientras afirmaba constantemente que la versión de Natalie era "un auténtico robo". Con unas ventas que superaban los dos millones de copias, Natalie no tendría que haberse preocupado en absoluto, aunque aquel incidente le afectó mucho. Sin embargo, cuando alguien le pregunta se apresura a decir que no fue así.
En el mundo en que vivimos, en el que la fama muchas veces se presenta como algo demasiado pasajero, parece que lo más lógico hubiera sido apresurarse a publicar un nuevo disco lo antes posible. Sin embargo, no fue eso lo que ocurrió. Natalie decidió tomarse un cierto período de tiempo para descansar, concretamente un año. ¿Qué le pareció aquella sorprendente decisión a su compañía discográfica? "Cuando tomo una decisión lo hago con todas las consecuencias; es muy difícil hacerme cambiar de opinión". Después, cuando las cosas se tranquilizaron, Natalie se concentró en lo que realmente deseaba hacer: "Empecé a componer canciones, tranquilamente, muy despacio. Eran canciones malísimas, algunas de ellas realmente malas, y seguí escribiéndolas durante los 12 meses siguientes", afirmaba con una sonrisa. Lo mejor de todo fue que después de aquellas canciones "terribles", como ella misma las define, surgieron otros temas excelentes, precisamente los que forman parte de White Lilies Island (2001), su anhelado segundo álbum. Tras 4 años de espera y un año de retraso en la salida de este segundo álbum, llevaron a Natalie a tener varias diferencias con su compañía discográfica. Según ella, no se arrepiente de este retraso y si volviera para atrás en el tiempo, volvería a demorar su salida, ya que para Natalie, componer canciones resulta algo muy personal y para este álbum necesitaba tranquilidad y paz para componer las letras y que todo quedara perfecto, y esta es, la perfección, otro de los puntos más personales de Natalie.
Desde la salida de su disco debú, Natalie se tomó las cosas con calma, y no quiso apurar el lanzamiento de su sucesor. A partir de Left of the middle (1997), Imbruglia participó en las bandas sonoras de Go, Stigmata y Y tu mamá también, y realizó un dueto en el disco de Tom Jones Reload (1999), así como colaborar en una canción benéfica bajo el proyecto Children's promise.
Para ella, el proceso que culminó con la grabación del segundo álbum fue como un largo viaje a bordo de una montaña rusa de emociones, aunque nunca dudó de que al final las cosas acabarían bien. Ya desde que, en plena infancia, vivía en aquella pequeña ciudad costera, sabía que sus sueños se harían realidad. Su padre, Elliot, había emigrado en su juventud a Australia desde las islas Lipari, cerca de Sicilia. Conoció a Maxene Anderson, profesora de primaria y de clases de apoyo para estudiantes con problemas académicos, mientras Elliot trabajaba como percusionista en un grupo de folk. Cuando se casaron, la joven pareja decidió marcharse de la ciudad en busca de un lugar más tranquilo para educar a sus hijos. En Sidney, Elliot creó una agencia de noticias, más tarde se convirtió en horticultor, y después abrió una guardería en la zona más concurrida de Berkeley Vale. Aquella ciudad se convirtió en el lugar ideal para que criar a las cuatro hijas que más tarde tendrían Elliot y Maxene.: "Me encantaba aquel sitio, siempre nos ha gustado muchísimo a todos. Cuando tenga hijos, me gustaría que pudieran disfrutar de un sitio tan agradable como el que yo disfruté de pequeña", afirma Natalie.
Carla, Natalie, Michelle y Laura, las hijas de la familia Imbruglia tenían muchas aficiones, iban a clase después del colegio para desarrollar sus hobbies. Todas estaban encantadas, pero algunas más que otras: "Podríamos decir que me pasé toda mi infancia bailando. Solía practicar seis veces por semana, a veces incluso siete noches a la semana". A los cinco años empezó a bailar jazz, después claqué y más tarde ballet. Después llegarían las clases de canto y de teatro, primero con profesores locales, después en la ciudad: "Mi madre me llevaba a Sidney todos los sábados. Se quedaba en el coche leyendo un libro mientras yo estaba en clase, y cuando terminaba nos íbamos a casa. Hace poco, mi hermana Laura me dijo que recuerda cómo incluso terminó un trabajo del colegio mientras mi madre y ella me esperaban en el coche a la salida de mi clase". ¿Quizá el hecho de disfrutar de tanta atención por parte del resto de la familia hizo de ella una niña menos amable de lo habitual? "Yo creo que no, era una persona totalmente normal, como cualquier otra niña. A mucha gente le caía bien, aunque seguramente mis hermanas no estarán del todo de acuerdo... Seguro que si les preguntas te contestan que yo estaba siempre demasiado orgullosa de mí misma, que me pasaba demasiado tiempo mirándome en el espejo o que era demasiado egocéntrica". Le encantaba el surf y confiesa que: "Hubiera sido fantástico ser una rubia surfer. Pero, aunque hubiera aprendido a surfear, siempre mantendría ese aspecto italiano. Me llevó mucho tiempo descubrir que eso era bueno".
En lo que se refiere a su educación escolar, Natalie cree que era la menos brillante de la familia, y sin duda, la que menos motivada se sentía a la hora de estudiar. Sin embargo, cuando salía de clase, su talento salía a la luz rápidamente. "Incluso mis padres se dieron cuenta y comprobaron que futuro profesional podía estar en el mundo del espectáculo. Trabajaba muchísimo, me esforzaba todo lo que podía. Cuando el profesor nos enseñaba un nuevo paso de claqué y nos decía que quien mejor lo hiciera a la semana siguiente bailaría con él en primera línea, en cuanto llegaba a casa me ponía a practicar sin parar en nuestro garaje. Estaba decidida a que me eligieran a mí". Diez años más tarde, cuando Natalie tenía 16 años, y en contra de los deseos de sus padres, sacó un billete de tren para Sidney y se marchó a la ciudad en busca de un manager. "Encontré uno que estaba especializado en conseguir trabajos como extra en el cine y la televisión. Me encontró un papel en el que aparecía sentada en el fondo de una de las escenas de la película Home and Hawai. ¡Allí fue donde empezó todo!".
Más tarde llegó su primer anuncio televisivo, para una marca de chicles japonesa llamada Bubblicious. Los productores buscaban a una chica de aspecto hawaiano, así que le tiñeron el pelo de color negro. "Parecía una princesita, todo el día masticando chicle", recuerda. Su siguiente trabajo fue interpretar a una camarera en un anuncio de Twisties. ¿Qué son en realidad los Twisties? "Son como un apreritivo con sabor a queso y forma de espiral, muy conocidos en Australia".
Sin duda, el colegio no resultaba una competencia suficientemente atractiva ante aquellos trabajos. Abandonó la escuela, y poco después consiguió un papel como invitada en la telenovela Neighbours. Puede que fuera el sentimiento que puso a la hora de interpretar a una joven amante del surf lo que hizo que todos los actores fijos de la serie tuvieran la total seguridad de que aquella recién llegada acabaría incorporándose de forma regular al reparto. El caso es que cuando le pidieron que se presentara al siguiente casting, tuvo que pasearse por todas partes en bikini. "Me encantaba la serie. Era una gran admiradora de Kylie (que había interpretado Charlene, a una mecánica que trabajaba en un garaje antes de casarse en la serie con Jason Donovan). El personaje que yo interpretaba, Beth, era claramente un intento por parte de los productores de recuperar algo parecido a lo que mostraba la serie cuando estaba Kylie, es decir, una chica con aspecto de marimacho". Sin duda, se trataba de un atractivo "chicazo" que aparecía en traje de baño cada vez que les apetecía a los guionistas: "De todas formas, así es el mundo de las telenovelas, haces lo que te mandan y ya está. Al final tuve que hacer muchas escenas que se basaban en mi cuerpo, algo que odiaba. Los técnicos solían bromear conmigo, porque cada vez que tenía que aparecer en bikini con cualquiera de los actores, lo pasaba fatal. Ellos lo llamaban: "Día de bikini de Natalie", porque sabían que aquello me afectaba mucho. Lloraba y me pasaba el día quejándome a todo el mundo. A pesar de todo, me siento muy agradecida a Neighbours, porque aquella serie supuso mi gran lanzamiento. En cambio, no me proporcionó la experiencia como actriz que había estado buscando. Al fin y al cabo, parecía lógico, tratándose de una telenovela que se emitía a diario, lo cual exigía un ritmo de trabajo muy rápido".
Otro de los aspectos importantes de aquella serie se basaba en la dificultad de ser aceptada en el plató. Los actores mayores que ella y con más experiencia a veces se comportaban de una forma bastante hostil ante los intérpretes más jóvenes, a los que consideraban unos recién llegados. En cambio, para el resto del mundo, su rostro se hizo popular rápidamente. Al principio, a Natalie le gustaba disfrutar de aquella atención por parte del público, y durante una temporada se sumergió de lleno en toda clase de fiestas, presentaciones y apariciones públicas. "Desde que era pequeña siempre quería poder beber e ir a las discotecas antes de que pudiera hacerlo por mi edad". Ahora se abría ante ella todo un mundo lleno de posibilidades, y se aferró a él con fuerza. "Me compraba un montón de cosas, la verdad es que aproveché muy bien todo el dinero que tenía. Sin embargo, la fama empezó a perder su atractivo. Me volví más gruñona, seguramente porque quería recuperar mi intimidad. Incluso llegué a odiar que la gente me llamara Beth cuando me reconocían por la calle".
Después de dos años, Imbruglia optó por abandonar la serie. Los guionistas decidieron que Beth contraería matrimonio con su novio, Brad, y los dos se marcharían juntos a Perth a iniciar su nueva vida juntos. En la vida real, a Natalie tampoco le hubiera importado marcharse a otro lado. "No conseguía ningún trabajo como actriz, ni siquiera conseguía que me ofrecieran alguna audición. La gente me asociaba tanto con Neighbours que nadie quería contratarme para nada más".
Inglaterra, en cambio, una sociedad que adoraba las series australianas, la recibió con los brazos abiertos. A Natalie le encantaba vivir en Londres, aunque cuando empezaron a emitirse los episodios en los que Beth ya no aparecía en la serie, la reacción del público británico fue muy parecida a la de los espectadores australianos. Pasada la excitación de los primeros momentos declaró: "Me fui a Londres donde no conocía a nadie, pero salía mucho, así que no llegaba a sentirme sola. Ése no era el estilo de vida del lugar de dónde provenía, así que sentía mucha excitación al sentirme parte de él. Pero, luego, la burbuja explotó y todo lo que pensé fue: ¡Sáquenme de aquí!?.
Tiempo más tarde las autoridades le denegaron el permiso de trabajo, así que Imbruglia no podía presentarse a ninguna audición para intentar conseguir algún papel. Cuando perdió su trabajo como actriz, y con ello todos sus ingresos, descubrió que la mayoría de los compañeros a los que también consideraba amigos, la dejaban de lado. "Me sentía como si hubiera tocado fondo, lo había perdido todo y también había perdido a casi todo el mundo". Hoy, en cambio, reconoce que fue aquella situación tan complicada lo que le sirvió para que todo cambiara en su vida. Con un montón de tiempo libre, y una montaña de deudas que no dejaban de aumentar, empezó a escribir canciones para entretenerse. Hacía tiempo, en Australia, había recibido dos ofertas para grabar discos de estilo dance-pop, es decir, lo que solían cantar las estrellas de las telenovelas fuera de la pequeña pantalla, pero fue lo suficientemente inteligente como para rechazar aquellas propuestas. "Entonces era demasiado joven, sabía que no podría controlar mi carrera, pero ahora era diferente, ya no tenía nada que perder. El miedo al fracaso pasó a un segundo plano ante la realidad que tenía que afrontar: no tenía dinero para pagar el alquiler. Si quería seguir viviendo en Inglaterra tenía que decidirme, no tenía elección".
Al principio no se veía capaz de conseguir su meta. Pero todo cambió cuando firmó por la compañía discográfica RCA. Ella estaba interesada en un par de disqueras pero se quedo impresionada con dicha multinacional. Natalie decía: "RCA no me consideraba como una marioneta. Estuvieron detrás de mí al 100% y me animaban para crecer como una estrella".
Ahora, todos sabemos qué ocurrió después, pero ¿cómo pudo Natalie mantener la esperanza durante aquellos tiempos tan difíciles? No lo hizo (a pesar de la fama que le han creado algunos diarios ingleses de femme fatale) apoyándose en ningún hombre. "Teniendo en cuenta mi edad, he tenido muchos amores, pero suelo abandonar cualquier relación cada vez que tengo ante mí algún reto profesional. Es como si una parte de mí me dijera: "Tienes que afrontar esto tú sola", así que lo que suelo hacer es dejar a la otra persona. No lo hago a propósito, lo que pasa es que no sé cómo enfrentarme a las cosas de otra manera. Puedo soportar el fracaso estando sola, pero no cuando tengo a alguien cerca. Entre mis amigos, soy famosa por no mantener ninguna relación más de nueve meses".
¿Y qué ocurre con la larga lista de hombres famosos con los que se le ha vinculado? Cuando la escucha, Natalie abre mucho los ojos y confiesa: "En cuanto alguien me acompañe al coche, se supone que ya me estoy acostando con él". Entonces, ¿qué fue del político del partido "torie" inglés, Liam Fox, con el que la prensa decía que estaba saliendo? "¡Por favor, si es simplemente un amigo de mi manager!". ¿Robbie Williams? "No, nunca hemos salido". ¿Brett Anderson, del grupo Suede? "Espera un momento, lo que pasa es que su compañera es amiga mía". ¿Y qué ocurre con David Schwimmer, uno de los protagonistas de la serie Friends? "Sí, vale, esa sí que fue una relación". Ahora sonríe, de una forma en que nunca reía en su etapa Torn (cuando se mostraba mucho más a la defensiva). "Es que ahora me encuentro más cómoda conmigo misma, estoy más relajada con lo que soy y con lo que puedo hacer".
Desde octubre de 2001 se le ha podido ver vinculada sentimentalmente con Daniel Johns (cantante de Silverchair). A principios de 2003 se hacía público el compromiso de matrimonio entre ambos artistas, a pesar de la compleja artritis que se le detectó a a Daniel Johns a principios de 2002 y debido al cual sigue un tratamiento especial en Los Angeles, hizo que Natalie se comprara una casa en la zona exclusiva de Los Angeles llamada Hollywood Hills. Pero esa no era la única razón de su estancia en la costa californiana.
En abril de 2002, Natalie anunció su vuelta a la interpretación, protagonizando la que será su primera película, Johnny English junto a Rowan Atkinson y John Malcovich. Desde entonces decidió potenciar su carrera como actriz e introducirse más a fondo dentro del mundo cinematográfico. Un mes más tarde y curiosamente dentro del Festival de Cine de Cannes, se hizo público que Natalie sería el nuevo rostro y modelo portavoz de la marca francesa de cosméticos L'Oréal, para la que rodaría dos spots publicitarios. En el año 2005 Natalie "dejó de valerlo" y la marca de cosméticos decidió prescindir de su imagen para sus campañas, por lo que Natalie aprovechó también en prescindir de su larga cabellera y volver a lucir esa imagen con la que se presentó años atrás en medio mundo.
Mientras todo esto pasaba, Natalie se encontraba en pleno proceso de promoción de su segundo trabajo, lanzado en noviembre de 2001. Cuando lo escuchas por primera vez sorprende que That day fuese la canción elegida como primer sencillo de White Lilies Island (2001), cuando el disco incluye otras muchas canciones más comerciales. Esta vez no hay estribillo, las palabras se agolpan unas sobre otras envueltas en un ritmo que apenas deja respirar al que las escucha, e incluso el tema del que habla la canción muestra una cierta actitud de desafío: "Deja las cosas muy claras", afirma.
Natalie, la mujer que ha pasado más tiempo alejada del mundo de la música de lo que las compañías discográficas consideran razonable, lo tenía muy claro: "Era importante regresar con una especie de declaración que muestre cómo quieres que te vean los demás. De todos modos, las canciones pop no me asustan en absoluto. En este disco hay suficientes para gustar a todos los que quieran escucharlas. Sin embargo, este tema es más arriesgado, más duro, y representa lo que quiero que mi público cante conmigo en primer lugar antes de disfrutar el resto de las canciones. Por alguna razón, aunque no sé muy bien por qué, siento que se trata del tema que más se parece a mí misma".
El primer single de su segundo trabajo alcanzó directamente el Top 20 de las listas inglesas, al igual que su álbum, aunque las ventas de este segundo trabajo no llegaron a las altos niveles de ventas alcanzados por su predecesor, el álbum Left of the middle. El segundo sencillo entró directo al 10 en la lista de ventas de Inglaterra y más tarde lanzó su tercer single, que no llegó a los mismos niveles de ventas que los dos anteriores.
Con este disco volvía a subirse a los escenarios, recuperando así el ritmo de trabajo, pero no logró recuperar a todos los fans a los que encandiló con su primer disco años atrás. Pero este descenso de ventas no fue paralelo a un descenso en la calidad de sus canciones. Con buenas críticas, Bono, líder de la banda irlandesa U2, confesó que "la gente comenzaría a pensar sobre ella como una cantante y no como cualquier estrella".
Sorprender con tu música cuando nadie te conoce, no es difícil, pero si lo es mantener esa popularidad durante los años posteriores. Left of the middle puso el listón muy alto y el no superar ese éxito pudo entenderse como un fracaso en la carrera del artista. Pero Natalie no lo entendió así y volvió a apartarse de la actualidad musical, centrándose en la composición de su tercer álbum. Natalie podría haber tomado la decisión de sacar un disco cada año, en detrimento de composiciones más facilonas y probablemente vendiendo su personalidad. Y es por eso que quizá esa decisión nos habría privado de estupendas canciones como Beauty on the fire o Counting down the days.
2003 fue un año muy importante en la vida profesional y privada de Natalie y dió salida a esos "proyectos" en los que comenzó a trabajar años atrás. Por un lado se estrenó en los cines su primera película, Johnny English, cosechando un gran éxito en taquilla y por otro lado el 31 de diciembre contrajo matrimonio con el también cantante Daniel Johns. La ceremonia tuvo lugar en una isla al norte de Queensland en Australia a donde sólo acudieron un reducido número de personas.
Tras un año disfrutando de su recién estrenado matrimonio y componiendo nuevas canciones, Natalie se sometió a una operación de cirugía en sus cuerdas vocales para eliminar unos nódulos que se le habían desarrollado durante los últimos meses. Esto provocó que ya no fuese hasta el siguiente año cuando lanzase su tercer disco, al que tituló Counting down the days.
Hasta esa fecha se le podían atribuir muchos adjetivos a Natalie como atractiva, sincera, sencilla... pero aún no había podido hacer suyo el de número 1 en el Reino Unido. Con este disco consiguió por primera vez, alcanzar el número uno en las lista de ventas de este país. A finales de este mismo año, Natalie se embarca en su primera gira en 7 años, visitando varios países europeos y ponía así fin a la promoción de este tercer disco.
Durante el año 2005 Natalie compaginó su carrera musical con su trabajo como embajadora de Virgin Unite. Desde entonces Natalie está luchando por concienciar a la gente sobre el problema de la fístula en diversos países africanos. Además durante el año posterior Natalie participó en diversos eventos benéficos organizados por Greenpeace o Amnistía Internacional entre otros.
Tras un año 2006 en el que se dedicó por entero a la composición de nuevas canciones así como al ya comentado apoyo a diversas causas sociales, llega en 2007 un nuevo disco. Se trata en esta ocasión de un disco recopilatorio Glorious - The Singles 97-07 que coincide con el décimo aniversario del lanzamiento de su primer álbum. Este disco sirve como aperitivo al lanzamiento de su cuarto disco que tendrá lugar en marzo de 2008.
En octubre de 2007 comienza el rodaje en Australia de su segunda película y que a su vez protagoniza. Se trata de Elise, basado en la novela Closed for Winter.
Carlos Maestro (www.portalimbruglia.com)