Recuperación costosa
La banda británica ofreció en Madrid un concierto en el que apeló a los clásicos para recuperar la emoción de antaño
Anderson ha cambiado de actitud y eso se nota. Apareció visiblemente mejorado después de haberse quitado de las sustancias adictivas y eso también lo proyecta en su último disco: A new morning, un trabajo más positivo y a ratos exaltando la felicidad hasta el paroxismo.
El cantante de Suede salió al escenario de La Riviera de Madrid con vaqueros y una camiseta ajustada con bastante puntualidad. Acompañado por Simon Gilbert (batería) y Matt Osman (bajo)? miembros fundadores con él de la banda? Oakes (guitarra) y Alex Lee (teclados), se mostró bastante cercano; nada que ver con aquella imagen distante, muy cool, que antaño copaba como estrella del glamour.
Lo cierto es que Suede, que hace ya diez años se erigió como uno de los progenitores del britpop, ya no es lo que era. La imagen de ambigüedad sexual? legado de David Bowie? y estética decadente ha pasado casi a mejor vida y actitudes y temas como Positivity Lost on TV y Obsessions suenan más limpios y quedan algo desvirtuados.
Parece que el grupo, después de diez años y tan esperado regreso, contentó no obstante a sus seguidores que vitorearon clásicos como Wild ones, Animal Nitrate o Trash, una combinación de éxitos aderezados con temas de su nuevo trabajo. En eso el quinteto se portó y a veces hasta parecía que se tuviera que justificar por la interpretación de sus nuevas canciones. El remate final fueron los bises al compás de los saltos del público con Beautiful Ones.
Anderson de 34 años, vuelve a estar en plena forma. Actuó con el resto del quinteto en un concierto que ha marcado el retorno de una banda que se daba por difunta pero lo cierto es que no cala como antes.