Joaquín Sabina edita hoy 'Con buena letra', el libro de sus canciones
Por primera vez se reúnen todas las letras de las composiciones del cantante, las suyas y las que ha escrito para otros
"A los catorce (parece que fue ayer) el rey Melchor se lo hizo bien conmigo y me trajo, por fin, una guitarra. Aquel adolescente ensimismado que era yo, con granos y complejos, en lugar de empollar física y química, mataba las horas rimando, en un cuaderno a rayas, versos llenos de odio contra el mundo y los espejos". Así de sincero es Joaquín Sabina en la introducción de su libro Con buena letra, en el que se concentran todas las letras que el cantautor ha escrito en sus más de 25 años de singladura en la música.
Sabina, antes que cantante, fue escritor. Escritor de versos y poesías. Con buena letra es esa espinita que tenía clavada desde unos cuantos años atrás. Sus canciones cuentan historias, son como poemas y también merecían estar plasmadas en un libro, al igual que quedaron inmortalizadas en sus quince álbumes.
Con buena letra encierra un total de 220 canciones divididas en cuatro bloques. El primero es el denominado "Discografía oficial" y en él quedan recogidas -por primera vez- todas las letras, sin excepción, que en su día fueron editadas en vinilo, casete o CD, incluidas las caras B de los sencillos y los esporádicos bonus tracks. En algunas de estas canciones el propio autor ha introducido pequeñas modificaciones: "Son a propósito, es así como me gusta cantarlas hoy", asegura. Asimismo, y para cerrar este primer cuadernillo, se han incluido temas de discos en directo y otras que no pertenecían a ninguno de sus discos.
El segundo, apodado "Trajes a medida", refleja claramente que se trata de composiciones que Sabina escribió para otros artistas -algunos son incluso amigos- como La Orquesta Mondragón (Javier Gurruchaga), Víctor Manuel, Ana Belén,, Miguel Ríos, Pablo Milanés o María Jiménez, por citar algunos. Fueron encargos, aunque en este caso ha seleccionado sólo los que, "releídos ahora", no le "sonrojan demasiado". Porque aunque haya quien no se lo crea, Joaquín Sabina es vergonzoso, a su manera, pero vergonzoso.
"Para cine y televisión" es el apartado menos concurrido -sólo tiene seis canciones- pero no por eso deja de ser importante. Viejo blues de la soledad, Cualquier tiempo pasado fue peor, Termina la función, Si te he visto no me acuerdo, Dos mejor que uno y Bolero triste, son, como reza el título, peticiones que el autor recibió de parte de Televisión Española y algunas productoras de cine.
Con buena letra se cierra con un "Punto y seguido". Este cuarto y último bloque es un regalo que el autor ha querido ofrecer a sus seguidores: 12 temas inéditos, o "sobras", como él les llama en el libro.
Este compendio de poesía urbana y versos sencillos, además del toque creativo del artista, que surge por inspiración -divina o no-, contiene notas manuscritas por el propio cantante -algunas cuesta Dios y ayuda entenderlas- y divertidos dibujos, fotos y caricaturas.
Con buena letra (336 páginas) está editado por Temas de Hoy.