El fantasma de la ópera
En Benicàssim dejaron claro que tienen un directo contundente. Esa agresividad la muestran en <i>Hullabaloo</i>, el disco en vivo que también han editado en DVD en el que se recoge un concierto de Muse en París.Un reportaje de <b> Luis Ktedral</b>
PASARON POR EL FIB COMO UN TORBELLINO, firmando una de las tocatas más aclamadas de la VIII edición del certamen independiente por excelencia en el panorama patrio de festivales. "Habíamos oído maravillas sobre el backstage, piscina incluida, pero parece que nos hemos traído desde Devon el mal tiempo", comentan entre risas Dominic Howard y Chris Wolstenholme, batería y bajista respectivamente del trío británico, minutos antes de saltar a las tablas el pasado viernes 2 de agosto. «Lo que sí habíamos oído sobre este festival es que el público es muy fan... y que había chicas desnudas en la piscina, pero se ha estropeado todo", bromean.
Sin duda, la carrera de Muse ha sido meteórica. En un par de años se han convertido en una de las referencias del rock británico y sus dos álbumes ?Showbiz y Origin of Symmetry? son una buena muestra de cómo combinar pop con el rock más histriónico. ¿No os resulta extraño actuar en un festival de pop independiente? "No del todo porque ya estamos acostumbrados a tocar en este tipo de eventos, y nosotros nos centramos en hacerlo bien, por encima de etiquetas como planeta indie o lo que sea. Ya hemos tocado en España en Festimad y sí, era otro ambiente, pero en Inglaterra pasa igual: no es lo mismo actuar en Glastonbury que en Reading, por ejemplo. Lo importante es que siempre resulta excitante", afirma Dominic. Por su forma de vestir, se puede deducir que en efecto, este tipo de consideraciones les trae al fresco porque de la estética rock que tenían en Festimad hace dos ediciones, han pasado a un look más elegante. ¿Fashion victims? "Umm... Me resulta extraño hablar de moda porque no es algo en lo que pensemos, o por lo menos ahora. Quizás cuando empiezas a dar tus primeros conciertos estás atento a todo pero ahora no. Visto igual en la calle que para actuar, precisamente porque nos pasamos casi todo el tiempo tocando", comenta Dominic ante un no demasiado interesado Chris. Y de cara al próximo disco, ¿hay más cambios dentro de la evolución que parecen haber iniciado en su aspecto? (y en estos momentos, la entrevista se complica algo más porque empieza el concierto de Australian Blonde, con el estruendo consiguiente): "Realmente, cuando pusimos verdadero interés en tratar de marcar diferencias fue entre nuestro primer y segundo álbum porque las circunstancias así lo marcaban. No queríamos resultar aburridos o poco sorprendentes y trabajamos duro en ese sentido, controlando la grabación, buscando nuevos sonidos y cambiando algunos aspectos de las canciones sobre la marcha...".
¿Y por qué un tercer disco tan repentino? ¿Por presión de la compañía? "No. El grupo quería editar un DVD y aunque lo normal en un grupo es editar un disco en directo cuando ya lleva 6 ó 7 discos, pensamos que ahora era el momento de reflejar la frescura de nuestro directo. Además, grabamos en París al final del tour con nuestro segundo disco y se puede ver como un documental de nuestras últimas experiencias". En Benicàssim nos deleitaron con cuatro canciones inéditas y un final agresivo, instrumentos por el suelo incluidos. "Seguimos poniendo por encima la emoción sobre la técnica" (aunque Matthew Bellamy señala siempre lo contrario en las revistas especializadas), sentencian. Como despedida, un proyecto de futuro. ¿Para cuándo una versión de Queen? "Bueno, pues realmente hemos hablado sobre esto porque actuamos en un programa de televisión en Inglaterra en el que teníamos que hacer una versión y aunque pensamos en Queen, finalmente nos decantamos por una de Andy Williams. Pero quizás uno de estos días".