El éxito de una chica OT
Detras de la historia de Rosa López no hay siempre una leyenda feliz. El País ha seguido su rastro de Granada a Nueva York.
Es curioso que una mujer con los complejos y la timidez de Rosa esté siempre dispuesta a cantar en público. Ahí no hay sonrojos. Ni ese tono andaluz sincopado. Incluso en pleno metro de Nueva York, donde, en segundos, Rosa abraza a una niñita afroamericana en la estación Broadway-Lafayette y la acuna entonando un espiritual que deja a los viajeros sin aliento. ?Who?s??, preguntan al periodista.
Eduardo López: ?Llegamos a tener contratadas 80 actuaciones al año. Todos los fines de semana teníamos trabajo. Más del que podíamos atender. Éramos muy conocidos por la provincia. Y con fama de honrados. Por eso, cuando me dicen que la Rosa está agobiada, que si el disco, que si Eurovisión, yo les digo que no será para tanto. Que aquello sí que era pasar fatigas?.