¿Se adelantan o se atrasan los relojes con el cambio de hora al horario de verano?
Una de las grandes dudas que surgen cada año

¿Se adelantan o se atrasan los relojes con el cambio de hora al horario de verano? / Aleksandr Zubkov
fin de semana, los ciudadanos de España y de muchos otros países del hemisferio norte se preparan para el cambio de hora al horario de verano. Este ajuste, que se realiza dos veces al año, tiene como objetivo aprovechar mejor la luz natural durante los meses más cálidos. La práctica, aunque común, sigue generando dudas y debates sobre su efectividad y necesidad.
El cambio de hora al horario de verano se llevará a cabo la madrugada del domingo 30 de marzo. En este momento, los relojes deberán ajustarse para reflejar el nuevo horario, lo que implica un cambio significativo en la rutina diaria de millones de personas. Este ajuste se realiza en varios países de Europa, Norteamérica y otras regiones del mundo, aunque no todos los países lo adoptan.
¿Adelantamos o retrasamos los relojes?
La pregunta más común que surge en esta época del año es: ¿se adelantan o se atrasan los relojes con el cambio de hora al horario de primavera? La respuesta es que los relojes se adelantan una hora. Es decir, a las 2:00 de la madrugada del domingo, los relojes deberán marcar las 3:00. Este cambio permite que las tardes tengan más luz solar, lo que se traduce en días más largos y, teóricamente, en un ahorro de energía.
¿Por qué se cambia la hora?
El origen del cambio de hora se remonta a principios del siglo XX, cuando se implementó por primera vez con el objetivo de ahorrar energía durante la Primera Guerra Mundial. La idea era aprovechar mejor la luz del día y reducir el uso de iluminación artificial. Aunque en la actualidad el ahorro energético es cuestionado, la práctica se ha mantenido en muchos países debido a sus beneficios percibidos en términos de luz diurna adicional y actividades al aire libre.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con el cambio de hora. Algunos estudios sugieren que puede tener efectos negativos en la salud, como alteraciones en el sueño y el ritmo circadiano. Además, hay quienes argumentan que el ahorro de energía es mínimo y que los inconvenientes superan los beneficios. A pesar de estos debates, el cambio de hora sigue siendo una realidad.