U2: La misteriosa desaparición del maletín marrón de Bono
El cantante se vio obligado a pensar en nuevas ideas y letras, a reescribirlo todo de nuevo
Bono, vocalista de U2, posa para un retrato en Boston el 6 de marzo de 1981. / Boston Globe
Durante muchos meses, Bono estuvo trabajando en las canciones de ‘October’, el segundo álbum de U2. Un día, después de un concierto en Portland, Oregón, todo ese material manuscrito, que guardaba en un maletín marrón, desapareció misteriosamente. Era marzo de 1981. Lo buscó incansablemente hasta que, 23 años después, dos mujeres le entregaron el objeto perdido. El maletín había permanecido todo ese tiempo en un ático, acumulando polvo. El cantante calificó la devolución como “un acto de gracia”.
Entre 1980 y 1981, cuatro músicos veinteañeros irlandeses emprendían su primera gira por Europa y Estados Unidos. Presentaban su álbum debut, ‘Boy’, en pequeños recintos. El 22 de marzo de 1981, en una de las paradas americanas de 'Boy Tour', U2 se vio involucrado en una de las “desapariciones” más relevantes de la historia del rock. Sucedió después de su show en un bar de Portland, Oregón. En el llamado Fog Horn Tavern (que cerró un año después). La historia ha sido documentada en varios libros sobre el grupo.
Un maletín marrón, normal y corriente, que pertenecía a Bono, se esfumó. El joven cantante, de 20 años, se sintió absolutamente devastado. La joven banda se sumió en el caos. ¿Qué tesoros guardaba esa cartera?. Además de objetos personales, contenía muchos meses de trabajo en letras, acordes, notas o conceptos para el nuevo álbum, ‘October’.
Según consta en ‘Into the heart’, libro escrito por Niall Stokes sobre el origen de las canciones de U2, la banda sospechó de tres seductoras ‘groupies’ que entraron en el ‘backstage’ después del concierto. “No era por el dinero, el pasaporte o las baratijas personales”, escribe el biógrafo del grupo Eamon Dunphy en ‘Unforgettable fire’. “Era por las letras que había escrito”.
Tras la misteriosa ‘desaparición’, Bono tuvo que recuperar meses de trabajo. Se vio forzado a reescribir canciones, rescatándolas de su memoria sobre la marcha en el estudio. Según la banda, fue su peor experiencia en el estudio de grabación. Coincidió con un momento tenso. Una crisis espiritual. Bono, Larry Mullen Jr. y The Edge eran miembros de un estricto grupo religioso en Dublín conocido como Shalom Fellowship. La secta les presionaba para que disolvieran U2 y se encaminaran hacia un estilo de vida cristiano.
En la elaboración de ‘October’ (1981) también influyó el bloqueo del escritor que sufría el vocalista, agudizado por la pérdida del maletín. Bono recordaba esas difíciles sesiones en Melody Maker: “Recuerdo la presión a la que estaba sometido y tener que escribir letras sobre la marcha, al micrófono o en radiocasete, en una hora”.
El productor, Steve Lillywhite, contó en Oregon Live: "Bono, básicamente, echaba la culpa a todo el mundo por carecer de letras. Él es el hombre más amable del mundo, pero probablemente en ese momento era como si necesitara culpar a alguien más, como si dijera, 'no puede ser todo por mí". El 12 de Octubre de 1981, salió ‘October’, el disco más religioso de U2 y también el menos popular en cuanto a ventas y respuesta de la crítica y de los fans.
Pasaron los años. Mientras la popularidad del grupo irlandés alcanzaba las cotas más altas, la desaparición del maletín seguía siendo un enigma. En 1983, cuando la banda regresó a Portland (con el tour de ‘War’) Bono preguntó al público si alguien había visto su maletín. En 2001, repitió la pregunta durante su show.
Y ‘vualá’, lo increíble sucedió. Finalmente, Bono encontró lo que había estado buscando durante 23 años. El maletín lo había encontrado Cindy Harris en 1981, en el ático de una casa alquilada por en Tacoma, Washington. Según dijo, no supo su procedencia hasta muchos años después, cuando se lo contó a su amiga Danielle Rheaume, gran admiradora de U2. Ella sí sabía que, ya entonces, el maletín se había convertido en leyenda de la historia del rock. "Nunca se me ocurrió quedármelo. Siempre quise devolverlo", dijo en Oregon Live. Al parecer, dedicó mucho tiempo en contactar con el mánager de U2.
Bocetos, números de teléfono, letras manuscritas de lo que se convertiría en ‘Sunday Bloody Sunday’ y ‘Gloria', el visado o cartas personales a su futura mujer, Ali.
En octubre 2004, Bono visitó Portland para hablar de su trabajo en la lucha contra el SIDA y la extrema pobreza en África. Rheaume y Harris aprovecharon para devolverle lo que le pertenecía. Esa noche, sentadas en la novena fila del Rose Garden donde el artista daba la charla, escucharon cómo anunciaba la recuperación del maletín gracias a ellas. Dijo que la devolución había sido “un acto de gracia”.
Pocos días después, The Oregonian publicó una curiosa historia. Denny Livingston Jr fue el último miembro de equipo en salir del bar la noche del 22 de marzo de 1981 y vio el maletín en el vestuario. Echó un vistazo en su interior, se dio cuenta de que pertenecía a Bono y lo cogió para custodiarlo. Pero a la siguiente noche en Seattle, la banda no lo mencionó y a él se le olvidó devolverlo. Se lo dio al roadie Steve E. Graff, quien intentó contactar con la banda a través del promotor, sin éxito.
Aunque parezca extraño, Graeff vivía entonces en la misma casa de Tacoma que Harris tenía alquilada con su marido donde se encontró el maletín. El hombre asegura que fue él quien lo puso en el ático encima del garaje. Y olvidó llevárselo cuando se mudó.
