Llega la Hora del Planeta: ¿Basta con apagar la luz? El verdadero reto comienza después
Como cada año, millones de personas en todo el mundo apagan la luz durante una hora este 22 de marzo.

La Hora del Planeta será este sábado a las 21.30 h. / peepo
Se trata de un gesto simbólico. Un respiro para el planeta que, ante todo, intenta ser una llamada de atención. Como cada año, este 22 de marzo tendrá lugar La Hora del Planeta. A las 21:30 h, ciudades enteras quedarán a oscuras. Desde la Torre Eiffel de París hasta el Coliseo romano, pasando por la Gran Muralla China o los monumentos más emblemáticos de España, las luces se extinguirán por sesenta minutos.
El evento nació en 2007 en Sidney (Australia) bajo el paraguas de la organización ecologista WWF. Desde entonces, más y más ciudadanos y administraciones se han ido uniendo hasta convertirlo en el mayor movimiento ambiental del mundo. En 2024 participaron más de 190 países, y en 2025 se espera que la cifra sea aún mayor.
Este año, la idea es compartir tu lugar natural preferido con el HT #MiRincónDelPlaneta
Este año, La Hora del Planeta nos invita a todos a realizar un reto sencillo, pero también poderoso: invitar compartir nuestro rincón natural favorito. Puede ser un parque, un bosque, un lago… Aquel lugar que no queremos que se pierda debido a la emergencia climática. La idea es contar por qué es un lugar especial que merece ser protegido. ¿Os animáis a compartirlo en redes sociales con el hashtag #MiRincónDelPlaneta?
Mucho por hacer
Lo cierto es que mientras apagamos las luces y compartimos ese lugar tan único, muchas preguntas siguen sobre la mesa. Y todas ellas se resumen en una sola: ¿es suficiente?
La primera respuesta parece evidente: apagar la luz durante una hora, incluso en el más que improbable caso de que lo hagamos todos a la vez, no frena el deshielo de los polos ni reduce las emisiones de CO2. No detiene la deforestación ni salva los océanos del plástico. Pero hay algo innegable: la iniciativa ayuda a poner el foco en un problema que muchos prefieren ignorar, cuando no negar abiertamente pese a las evidencias científicas.
La Hora del Planeta no debe quedarse en un simple gesto
Más allá de que sirva de mucho o de poco, La Hora del Planeta no debe quedarse en un simple gesto: el verdadero reto comienza después de esa hora. Es entonces cuando toca empezar a cambiar hábitos, exigir a los gobiernos y empresas acciones reales y entender, en última instancia, que nuestro estilo de vida tiene un impacto real y directo en el planeta.
2025 no es cualquier año
La situación pide un cambio de rumbo. Si en 2024 ya vimos récords de temperatura, incendios devastadores y fenómenos climáticos extremos, 2025 no parece venir mucho mejor. El tiempo de las advertencias ha pasado. Ahora es el tiempo de actuar.
Las energías renovables están en auge, pero los combustibles fósiles siguen dominando. La movilidad eléctrica avanza, pero la contaminación de los océanos sigue fuera de control. Grandes promesas… y pocas acciones. Por eso, La Hora del Planeta 2025 no solo debería ser un apagón de luces, sino un encendido de conciencias. Un punto de partida, no un simple evento anual.