La desconocida historia de ‘Mi Princesa’ de David Bisbal: un homenaje a su hija que le sigue quebrando la voz
Un tema que se ha convertido en un bonito himno para Ella

David Bisbal en Vitoria-Gasteiz en el FesTVal de San Sebastián / Carlos Alvarez
El amor que siente un padre por sus hijos es único. En el caso de David Bisbal no iba a ser menos. El almeriense ha demostrado sentir verdadera debilidad por sus tres hijos. La primera en llegar al mundo fue Ella, fruto de su relación con Elena Tablada, que ha cumplido 15 años en febrero de este año. Le sigue Matteo con 6 y después está Bianca, que en este 2025 celebra sus 5 años.
Aunque no ha mostrado nunca los rostros de sus tres hijos, lo que no puede ocultar el almeriense es la sonrisa que se le dibuja en su rostro siempre que los recuerda o menciona en alguna aparición pública. De hecho, su amor de padre lo ha llevado también a algunas de sus canciones. Una de ellas es Mi Princesa, que vio la luz en 2009 y que esconde una historia que va más allá de lo que dicen sus versos.

Tal y como desveló el propio Bisbal hace dos años en La Voz México, el amor que se siente por un hijo es indescriptible. "Cómo se echan de menos a los hijos, ¿verdad? Es un dolor que tengo en mi corazón. Me emociono y todo", comienza declarando el artista con la voz quebrada. "Recuerdo que cuando nació mi princesa hace 12 años, me sorprendió muchísimo porque sabía que iba a ser mi princesa para toda mi vida", explica en relación a su hija Ella. Pero aún hay más.

"Recuerdo cuando Ella estaba muy pequeñita y habitualmente yo cantaba esta canción [Mi Princesa]. Se la llevo dedicando desde que tiene cero años. Va pasando el tiempo, está jugando en el camerino y de repente, de la nada, te dice 'Papá, ¿ya te toca cantar?'. Y digo '¡Que mi hija sabe que canto!'. Porque antes no lo sabía. Después va pasando el tiempo, se la dedicas otra vez y te dice 'Oye, papá, he visto que me has dedicado esta canción. Me has dicho que soy tu princesa'. Y el año pasado en el concierto de Almería, ella directamente agarra su dispositivo, se pone en primera fila y me dice 'Papá, he grabado mi canción para tenerla de recuerdo para cuando sea mayor'", explica.
Aunque la letra de esta canción que incluyó en su disco Sin Mirar Atrás habla del sacrificio que hace para conquistar a la mujer que ama, David piensa en una única persona siempre que la interpreta: en su hija mayor. Deja atrás el romanticismo de una pareja y se centra en el de un padre y su hija, que sin duda es un vínculo que para él es indestructible.
David Bisbal ha demostrado durante décadas que el cielo es su único límite. Pero lo que digan o hagan sus tres hijos es capaz de romper cualquier barrera.