Paul Thin lanza ‘Reboot’, su primer disco: “Me he abierto más en el álbum que en sesiones de terapia”

Ha tardado algo más de un año, pero el álbum debut de Paul Thin ya está en la calle. Reboot nos muestra el interior de un cantante que desde su primer día en Operación Triunfo dejó claro que para él eran importantes el concepto y las historias. Pronto comenzará gira y, además, le veremos en LOS40 Primavera Pop Badalona 2025.

Eso es lo que muestra en este primer trabajo tras su primer EP, una historia sobre sus emociones y lo que siente, quizás desde su percepción más fatalista que llega acompañada de una atmósfera un tanto oscura. Pero sin duda, es un álbum en el que no cuesta reconocerlo.

Esta semana organizaba una listening party a la que acudían compañeros como Ruslana o Álex Márquez que podían escuchar por primera vez el disco y les encantaba comprobar que era lo que realmente esperaban de él.

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Con sonidos retro y electrónicos como base, pero experimentación con mil géneros más, Paul Thin ha acompañado sus nuevas canciones de un apoyo visual a modo de película que nos mete de lleno en su narrativa. De todo eso hemos querido hablar con él.

Reboot en la calle, ¿qué supone eso para ti?

Por fin siento que me estoy quitando pesas de los tobillos. Han sido muy densos estos meses porque ha sido muchísimo trabajo y poder decir que me quito algo, es como, wow, por fin. Todavía está la gira en nada, pero hasta ahora era el disco y la gira al mismo tiempo, así que, que sea solo la gira a partir de ahora es mucho menos peso encima.

Cuando uno sale de la vorágine de un programa como OT y tiene que enfrentarse al comienzo de unan carrera y, además, con cierta presión de tiempo, ¿cómo lo hace?

Creo que es importante afrontarlo con conocimiento de causa. Tener que ir con prisas no es nada personal, la industria como está ahora mismo, que todo tiene que ser comida rápida –por decirlo de alguna manera-, la gente va con prisas y todo es como muy efímero. Si encima vienes de un formato del que la gente es fan y tienes que hacer que la gente pase a ser también fan tuyo, hay que ir un poco con esa prisa. He intentado que a mí no me reviente la cabeza y trabajar con tiempo. Un año desde que salí hasta el álbum, porque no quería hacer un producto rápido.

Si Bruno Mars lleva 9 años sin sacar disco y vuelve y se convierte en el artista más escuchado del planeta, a lo mejor lo de las prisas no es tan importante, ¿no?

Totalmente, yo creo que nos hemos malacostumbrado a que la gente saque un álbum cada año. Ya realmente no salen tantos álbumes como tal, salen mixtapes que ahora se nombran como álbumes y eso ha dado esa mala costumbre de ver un álbum.

El disco, desde luego, es un escaparate de emociones muy intensas y muy distintas, ¿agotador?

Este álbum ha sido como una apertura en canal a nivel emocional. Me he abierto más en el álbum que en sesiones de terapia. Me ha salido solo el abrirme de esa manera, no ha sido hasta tiempo después de tener el álbum entregado que no he dicho, las que he soltado aquí. Hay canciones que están muy llenas de estudio interior y filosófico personal que ni yo mismo me estaba dando cuenta de que lo estaba haciendo de esa manera. Me abrí a, vamos a contar mi historia y no me estaba dando cuenta de hasta qué punto lo estaba haciendo. Pero me pone contento poderme abrir de esta manera con la música porque es otro tipo de terapia.

Reiniciar, eso ya supone una declaración de intenciones, ¿por qué necesitas ese reset?

Con 16 años me abrí un canal de YouTube en el que hacía reseñas de películas y me puse Paul Thin y de ahí surgió mi nombre. Como había madurado en el proceso en el que ya me estaba empezando a llamar Paul, se creó esa dualidad de que mi yo más niño era Pablo y mi yo más maduro y seguro era Paul. Antes del programa ya tenía esta idea de la dualidad, yo mismo he acabado haciendo que Pablo y Paul sean dos personalidades. Pero los miedos de Pablo siguen estando en Paul y esa seguridad que supuestamente tiene Paul también ha sido siempre de Pablo. Después de salir de la academia me doy cuenta de que más gente me conoce como Paul y tiene esa idea de dos personas distintas. Y decido retomar esa idea de la dualidad, ese paso de persona a personaje y de persona a robot. Al igual que la gente que me conoce como Pablo lo hace de una manera más personal, la gente que me conoce como Paul, a lo mejor no me conoce tanto y es la parte más superficial, más parecido a un robot, que no tiene esas emociones. Fue hilar, hilar e hilar y apareció esa idea de reiniciar. No solo porque ya no vivo en el futuro, sino también en el presente, sino que me he mudado, vivo en otro sitio, me ha tocado madurar y ser más independiente de un día para otro porque antes vivía en casa con mis padres que lo pagaban todo y ahora pago yo mis facturas. Ese reinicio ha venido en todo, es una nueva forma de vida.

Si es verdad que en el disco se percibe un Paul perdido en ciertos momentos que mira hacia el niño que fue y se asusta del adulto en el que tiene que convertirse, ¿en qué momento vital estás?

Ahora mismo estoy en piloto automático, con ganas de que salga todo y no me sale pensar en nada. Echo de menos esa parte de optimista de niño, de soñar. Sigo soñando mucho, muy fuerte y muy alto, pero con este álbum quería ver también esa parte fatalista de la madurez. Miedo a hacerse adulto, pero no tanto por las cosas cotidianas, sino a las cosas que tu niño te pide, el seguir viendo tus sueños con esa felicidad haciendo lo que te gusta. Reboot es una respuesta algo fatalista a los sueños que tenía de pequeño y cómo los estoy viviendo ahora que ya no son sueños sino una realidad.

Si nos centramos en tu disco, es imposible de clasificar en un género porque pruebas de todo y rompes con todos los límites convencionales, ¿no?

Para mí también es difícil clasificarlo. Tiene esta parte pop el álbum, pero tampoco lo es porque tiene esta parte experimental, sobre todo, con los ritmos latinos, pero luego tiene una cosa más ochentera en cuanto a los sintetizadores. Eso es lo bonito, también lo más difícil, aunar todo en un mismo paquete. Este álbum que empieza con una canción de trap, que la segunda es un afrobeat, que la tercera es un dancehall, la cuarta una balada ambiental al estilo Radiohead que termina en drum&bass… ha sido una cosa loca. Saber que tenemos que hacer algo bueno en un tiempo marcado y con muchas horas de trabajo –que las jornadas en lugar de ser de seis horas eran de doce-, si no nos poníamos a jugar nos volvíamos locos.

En la música van cobrando importancia las raíces, el regional mexicano, la bachata… tú lo tuviste claro desde el principio, ¿no?

Sí, además que Mi corazón fue la última canción en aparecer. Como estaba todo este concepto tan electrónico y tan retro en cuanto al sonido de los 80, que no acababa de ver cómo meter la rumba. Estaba cerrado el tracklist y yo decía que faltaba algo y no fue hasta que se hizo esta canción cuando dijimos que estaba, porque se sentía vacío. Faltaba una pieza troncal que es esa raíz, yo empecé haciendo rumba. Es una canción a las que más cariño le tengo, sobre todo, porque fue el broche de oro del álbum.

“Yo no soy yo, puede que ya no me parezca a mí” (El diablo se viste de mí), ¿te has mirado alguna vez en el espejo en este tiempo y no te has reconocido?

Más que no parecerme a mi yo actual, creo que lo veo desde un punto de vista de no parecerme a lo que quería ser desde pequeño, no de profesión, sino lo que hubiese querido ser desde niño en cuanto a ver las cosas con la saturación de niño. Sí es verdad que es una canción más fatalista, hasta qué punto estoy siendo yo en lo que estoy haciendo, hasta qué punto me estoy vendiendo más o menos. Está bastante abierta porque fue un tema para hacerme preguntas. No hace ninguna afirmación. Yo me hago esas preguntas porque no tengo respuestas. Es una canción de interrogaciones constantes hasta que yo pueda entenderme a mí mismo.

Hay abuelos en el disco.

Me centré en la realidad. Una de mis abuelas es religiosa y es esta canción que se adentra en una parte de la espiritualidad y agarrarte a la fe. La capacidad de tenerte para agarrarte si las cosas van mal o van bien. Tenía claro que quería hacer un tema sobre esto y non sabía cómo adentrarme porque es un concepto peliagudo para contarlo y me di cuenta de que no había nada mejor que la verdad. ¿Por qué me surgió esta duda? Simplemente porque en mi casa lo veía y no era capaz de trasladarlo a mí.

¿Y tu abuela que te ha dicho?

Todavía no la ha escuchado. Mis hermanos y mis padres no escucharon el álbum entero y seguido hasta la listening party. Habían escuchado algunas canciones, pero el álbum entero, no.

¿Y cuál fue su reacción?

Mi padre es muy de llorar y se echó a llorar con varias canciones, mi madre también. Creo que entendieron del todo la historia. Esta parte de estudio interno, esos fallos personales que tiene uno, para mi madre fue más complicado entender por qué me abría tan en canal en el álbum, pero cuando lo escuchó todo entero dijo, vale, te lo paso.

A día de hoy, ¿por qué o por quién harías un pacto con el diablo?

Sería para poder seguir haciendo lo que hago, pero con un poquito más de calma. Puedo seguir siendo feliz contando historias, pero sin la necesidad de tanto estrés.

¿En algún momento has pensado en Karol G haciendo este disco? Lo digo por el tema Tuyo en el que dice: “No soy nadie pa’ decir que mañana será bonito”.

Sí, porque justo cuando estaba escribiendo Tuyo venía de ver el Bernabéu de Karol G y por eso metí, mañana será bonito. Me vino solo.

¿Quién fue la primera persona que escuchó el disco completo?

Mi pareja fue la primera persona en escucharlo porque siempre estaba conmigo al lado y me ha acompañado en el proceso. También era una de las primeras veces que yo escuchaba el álbum de principio a final y me quedé serio y me decía, está super bien, y yo serio.