Europa frena la transición verde: dará tres años más a la industria automovilística para reducir emisiones
Bruselas concede al sector una de sus principales demandas: más tiempo para cumplir con los límites de emisiones por vehículo.
La industria automovilística ha conseguido una importante victoria. / Koichi Kamoshida
En la capital belga, Bruselas, los grupos de presión (popularmente conocidos como lobbies) no se esconden. Es más: se mueven en el Parlamento Europeo como pez en el agua. Se reúnen con los diputados de los distintos partidos, toman café con los periodistas y entran y salen del edificio como de su propia casa. Todo, para conseguir leyes más favorables a los intereses económicos que representan y defienden. Y dado que su influencia es un secreto a voces, muchos consideran preferible que se ejerza esa presión así, con luz y taquígrafos, en lugar de con opacidad, oscurantismo y, quizá, una corrupción que se trata de evitar desde las altas instancias europeas.
Esa presión, a menudo, surte efecto. El lobby automovilístico acaba de apuntarse una victoria por la que llevaban tiempo luchando: más tiempo para cumplir en materia de emisiones. En concreto, las sanciones previstas para 2025 por no reducir las emisiones en un 15% respecto a 2021 se retrasan tres años. Todo un balón de oxígeno para una industria que ha respirado aliviada. Según sus propios cálculos, las sanciones podrían alcanzar los 16.000 millones de euros.
Se trata de dar "un respiro a la industria", ha reconocido von der Leyen
La propia Ursula von der Leyen, presidenta del Ejecutivo de la Unión, ha sido la encargada de anunciar la reunión con los representantes del sector y el acuerdo alcanzado. “En vez del cumplimiento anual, las empresas tendrán tres años”, ha explicado, para posteriormente aclarar: "Los objetivos son los mismos, pero supone un mayor respiro para la industria".
Objetivo: cuanto antes
Von der Leyen ha querido incluso apremiar para que se agilice la medida. "Estoy segura de que el Parlamento Europeo y el Consejo podrán aprobar rápidamente una enmienda tan específica, porque, por supuesto, sólo tiene sentido si se aprueba rápidamente", ha recalcado.
El reglamento europeo de emisiones establece que a partir de este 2025 los fabricantes deben vender vehículos con una media de emisiones en carbono de 93,6 gramos por kilómetro. Ese promedio se calcula cada año sobre el total de ventas. Al establecer un cómputo de tres años, las compañías logran dos más para adaptarse.
Por otro lado, la Comisión Europea está valorando la posibilidad de introducir subsidios a nivel europeo para impulsar la compra de vehículos eléctricos fabricados en el continente ante la caída en las ventas de los últimos meses. El objetivo sigue siendo salvar a la todopoderosa industria automovilística comunitaria, especialmente en países como Alemania.
Los ecologistas lamentan que "l medio ambiente, como siempre, queda en un segundo plano"
"Esto es una dinámica que siempre ocurre con la industria europea del automóvil", opina en declaraciones a El Eco de LOS40 Paco Segura, de Ecologistas en Acción. "La apuesta de la mayor parte de los fabricantes europeos pasa por coches más grandes y potentes, que es de los que más dinero obtienen. Eso hace que cada vez se vendan más modelos tipo SUV. A principios de los años 2000 el peso medio de los coches españoles era de una tonelada, y ahora superamos la tonelada y media. Todo ello, a pesar de las eficiencias en los motores. Ese aumento de masa hace que cada vehículo consuma más. Esa es la razón de que no estén alcanzando los objetivos de reducción de emisiones si la apuesta hubiera sido por modelos más sencillos y baratos".
Para Segura, no es ninguna sorpresa que el sector se haya salido con la suya. "Tienen muchísima capacidad de presión", recuerda. "El medio ambiente, como siempre, queda en un segundo plano ante sus intereses económicos".
