Más de 1000 artistas se unen para luchar contra la IA, entre ellos Damon Albarn
Estos músicos se han juntado ybhan publicado un álbum mudo
Damon Albarn de Blur en el British Summer Time de 2015 / Brian Rasic
Más de 1.000 músicos británicos, entre los que destacan Kate Bush, Damon Albarn y Annie Lennox, han lanzado un álbum mudo titulado Is This What We Want? (¿Es esto lo que queremos?). Este proyecto surge como protesta ante la posibilidad de que el Gobierno británico permita a las empresas de inteligencia artificial (IA) utilizar obras protegidas por derechos de autor sin el consentimiento de sus creadores.
El álbum está compuesto por 12 pistas silenciosas, que, en conjunto, forman un mensaje contundente: "El Gobierno británico no debe legalizar el robo de música para beneficiar a las compañías de IA". Cada tema es una grabación de estudios y escenarios vacíos, una representación simbólica de un futuro sin creatividad humana.
El compositor británico Ed Newton-Rex, impulsor de esta iniciativa, ha expresado su preocupación: "La propuesta del Gobierno entregaría el trabajo de toda una vida de los músicos del país a las empresas de IA, de forma gratuita".
Entre los artistas que respaldan este proyecto se encuentran también Billy Ocean, Ed O'Brien (Radiohead), Dan Smith (Bastille), The Clash y Mystery Jets. Las ganancias generadas por este disco de protesta serán donadas a la organización benéfica Help Musicians, que apoya a los profesionales de la música en el Reino Unido.
El Gobierno británico, por su parte, argumenta que el actual régimen de derechos de autor está limitando el desarrollo de las industrias creativas y tecnológicas. Sin embargo, la comunidad musical teme que una legislación favorable a la IA pueda acabar con la originalidad y el talento humano.
Un portavoz del Ministerio de Ciencia, Innovación y Tecnología indicó este martes en un comunicado que "el régimen actual de derechos de autor e IA del Reino Unido está impidiendo que las industrias creativas, los medios y el sector de la IA alcancen su máximo potencial, y eso no puede continuar".
Con este acto de resistencia silenciosa, los artistas británicos han puesto sobre la mesa una discusión crucial: ¿Cuál es el precio de la innovación tecnológica cuando amenaza la esencia de la música?
