Crítica de ‘Aitana: Metamorfosis’: Aitana y el grito de telerrealidad más honesto de su carrera

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Netflix me pasa los capítulos de Aitana: Metamorfosis un vierneséu cuentan con garantías mínimas, pero baraja otras alternativas por la mañana, pero espero al sábado por la tarde para sentarme tranquilamente en el sofá con mi novio. Quiero que, por lo menos, él también vea el primero. Casi seis horas después apagamos la televisión. Así, del tirón, me atiborro de Aitana en una de esas maratones que tanto le gustan al gigante del streaming. Esto ya dice mucho del efecto ‘enganche’ que tiene la serie documental centrada en Aitana, la chica que salió de Sant Climent de Llobregat y se convirtió en una estrella del pop. Pero si has terminado de leer este primer párrafo querrás respuestas de verdad, respuestas a las preguntas que yo mismo me hice antes de darle al play. ¿Será un documental que pasa de puntillas o verdaderamente se meterá en el barro? ¿Enseñará Aitana lo que hay dentro de la parcela de su vida privada? ¿Caerá mejor o peor después de exponerse tanto? ¿Cuánto ha cambiado la joven que el mundo conoció en Operación triunfo? Vayamos por partes.

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No, Aitana no pasa de puntillas por esta Metamorfosis personal y profesional que ha decidido documentar para luego exhibirla a través de la pantalla más famosa del mundo. Una Metamorfosis, todo sea dicho, que decidió llevar a cabo por el hito del Santiago Bernabéu cuando la Asociación Vecinal de Perjudicados todavía no había puesto el grito en el cielo. Esa era la narrativa, seguir a la artista durante la preparación de los dos conciertos más importantes de su carrera mientras buscaba el hit de la obertura. Sin embargo, entre medias, hay que rellenar minutos. ¿Lo bueno? Que no han ido a lo fácil, no hay relleno, sino contenido. Se hace una radiografía bastante completa de la cantante. Además, en Aitana: Metamorfosis hay pocos artificios. No es un reality show, pero la cámara está encima de Atiana en todo momento. Está claro que muchas cosas han quedado fuera del montaje, pero la cantante ha sido muuuuuy generosa. Tal vez demasiado teniendo en cuenta el uso que harán los haters remirados de ciertas imágenes.

Los conciertos de Aitana en el Santiago Bernabéu cuentan con garantías mínimas, pero baraja otras alternativas

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Será la comidilla el día del estreno: su relación (grabada) con Sebasitán Yatra. Se les ve conviviendo, queriéndose y trabajando juntos (...) Hay una frase de Aitana que marcará varios titulares

No se me está permitido hacer spoilers – todavía –, pero sí puedo adelantar algunas situaciones que Aitana gestiona y también otras en las que se deja llevar siendo simplemente Aitana, la Aitana Ocaña de un pueblo de Barcelona. Por ejemplo, lo que será la comidilla el día del estreno: su relación (grabada) con Sebastián Yatra. Se les ve conviviendo, queriéndose y trabajando juntos cuando todavía eran pareja. De hecho, hay una frase de Aitana que marcará varios titulares porque bromea con la posibilidad de no estar con él una vez se estrene el documental, que es lo que ha pasado. A mí, personalmente, me interesa más el conflicto que se genera entre la Aitana que lucha por su proyecto y la Aitana en soledad, más vulnerable, que gestiona unas emociones brutales. Me ha flipado ver a Aitana sacando el carácter que tiene para defender lo que hace. Ella es la que se sube al escenario y ella decide, por mucho que algunos se empeñen en menospreciarla y tildarla de 'producto de una discográfica'. Tiene algunas reuniones de trabajo con altos cargos del mundo de la música que son para enmarcar. No pretende de manera consciente quitarse esa etiqueta manida, pero a los que la siguen desde el principio les gustará ver que la chica que salió de de un talent musical, además de ser workaholic, toma sus propias decisiones.

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En Aitana: Metamorfosis se nota que Aitana ha estado en Operación triunfo. Las cámaras no la intimidan y en ningún momento está sobreactuada. Se la ve en diferentes facetas, hay una Aitana según el momento. No es la misma Aitana la que disfruta de unas vacaciones con sus amigas en Ibiza que la Aitana que se encierra en el estudio de grabación porque lo necesita, porque le hace bien para sanar heridas, por salud mental. Tampoco a la Aitana que se disfruta una paella con su numerosísima familia. Aquí necesito abrir un pequeño paréntesis y hacer una mención especial a la madre que la parió. Hay muchas personas cercanas a la cantante que participan en el documental a través de testimonios y declaraciones, el típico tiro a cámara que no puede faltar en una producción de estas características. Casi todos enriquecen el resultado final. Sin embargo, de todos los que son, me quedo con los totales de Belén. Es muy bonito escucharla (verla) hablar de su hija. Una parte clave en el mundo real de Aitana, y al mundo al que pertenecía antes de que su vida cambiará para siempre.

Se agradece que una artista así, con su proyección y su posición, sea tan honesta, tan real, y encima tenga la valentía de abrirse de esta manera

Como seguidor de Aitana desde el minuto 0 de su Operación triunfo puedo decir que se agradece que una artista así, con su proyección y su posición, sea tan honesta, tan real, y encima tenga la valentía de abrirse de esta manera. Como decía, el documental comandado por Chloe Wallace (la dirección y la edición es maravillosa) muestra a un montón de Aitanas. La hija de Cosme y Belén. La popstar. La amiga que no quiere llamar la atención. La amiga que tiene el corazón roto. La novia de otra estrella de la música. La estrella que está sobrepasada…Hay un montón capas y verlo con tanta claridad la humaniza, y lo humano conecta con el espectador. No ha cambiado la percepción que tenía de Aitana, pero sí entiendo más con lo que vive en su día a día, el precio que paga por ser quien es y el empeño que le pone a todo lo que hace. Una artista que sigue sufriendo el síndrome del impostor en la soledad de su casa, pero que, de igual forma, se transforma cuando sale a actuar porque tiene muy claro que está donde está por los fans y, mientras pueda, va a seguir dando el do de pecho cada vez que se suba a un escenario.

Y vengo a decir todo esto para pedirte algo que debería ser sencillo, pero que, en los tiempos que corren, no lo es. Por favor, ved Aitana: Metamorfosis y no os quedéis con el viral fácil que salta a TikTok. Hay mucho, pero que mucho más de lo que te puedas imaginar.