El significado que hay detrás de ‘Caída libre’, la colaboración de Leiva y Robe: “Su voz vino a sacarle del hoyo”
Ambos presentan esta canción este viernes 28 de febrero

Leiva en la premiere de "Sintiéndolo Mucho" en Madrid. / Borja B. Hojas
Leiva es de ese tipo de artistas que siempre le pone sonido a los sentimientos más oscuros y enfrentados que puedan pasarnos por nuestra cabeza. En cada uno de sus discos, por diferentes que parezcan a priori, lo hace; lo vimos en Pólvora, en Cuando te muerdes el labio y también en Nuclear.
Hace tiempo que no sabíamos de él, pero ahora el artista está de vuelta inmerso en lo que será su próximo álbum. Poco a poco va adentrándonos más en ese disco con canciones como El Polvo de los Días Raros o la próximo, Caída Libre, una canción que "llegó a última hora con el disco cerrado y terminado". De la mano de Robe, uno de los artistas que como Leiva ha calificado, "nunca hace nada con nadie", llega esta canción que habla de una de las emociones más oscuras que puede vivir el ser humano: la depresión.
"Supongo que muchos de los que hacemos música hemos fantaseado alguna vez con estar en la misma canción que Robe, pero rápido se te borra de la cabeza", ha empezado explicando en un posto sentido donde se ha abierto en el significado de esta colaboración.
El significado detrás de Caída libre
"Uno de mis mejores amigos atravesaba una depresión de esas que no hay manera de levantar las persianas, alargada en el tiempo y especialmente cabrona", continuaba, asegurando que todo empezó con un verso que le leyó: "'Hay un millón de muebles que mover y no sé detrás de cuál está lo que he perdido'". Y así fue, en esa manera de retratar esas emociones se escondía Caída libre.
"Vino de un tirón esa misma tarde. Escuché a Robe desde el principio en esos versos, no era algo que eligiera, simplemente sucedía. Semanas después, me animé a enviársela. Me llamó a los pocos días y me sugirió algunos ajustes que le envié de vuelta como un rayo", explicaba sobre la implicación de ambas por darle voz a la depresión.
"De repente, ahí estaba Robe cantándome el estribillo al teléfono. Hemos debatido y charlado durante meses sobre palabras, verbos, melodías, puntos y comas. En el punto de carrera en el que está me deja un gran aprendizaje su entrega. De esos procesos que no se olvidan...", ha explicado, asegurando que a día de hoy, su amigo "levanta las persianas como un acto mecánico más, sin importancia".