Tom Cruise y Ana de Armas, ¿nueva pareja sorpresa? Las fotos de su romántica cena en Londres que podrían confirmarlo

Reconocemos que a estas alturas de la vida ya no hay nada que nos sorprenda y, aunque en muchas ocasiones los famosos intentan mantener su vida privada en la estricta intimidad, lo cierto es que no siempre lo consiguen. Es el caso de Tom Cruise y de Ana de Armas, que han sido vistos paseando por las calles de Londres después de disfrutar de una velada en uno de los restaurante más emblemáticos de la ciudad británica. ¿Estamos ante una nueva pareja?

Ha sido el medio Daily Mail quien ha capturado esta velada romántica de los dos intérpretes que tuvo lugar el Día de San Valentín, aunque desde People aseguran que la cita fue el jueves anterior. Según se ha conocido, durante la cena, a Tom Cruise y a Ana de Armas les rodearon los fans, a los que atendieron con amabilidad, tomándose fotos y hablando con ellos de forma distendida antes de irse del restaurante.

Ambos optaron por un estilo casual para su encuentro: Ana llevaba un elegante conjunto compuesto por jeans de mezclilla azul, un blazer negro y bailarinas doradas, mientras que Cruise eligió un polo gris y un traje azul marino. La escena no terminó ahí, ya que al salir del restaurante, se les vio a ambos con una bolsa de comida en mano, subiendo a un taxi, lo que ha intensificado los rumores sobre una posible relación entre ellos.

Si se confirmase este romance, supondría que Ana de Armas habría terminado su relación con Manuel Anido Cuesta, el hijastro del presidente cubano Miguel Díaz-Canel, con quien se la había relacionado desde noviembre pasado, cuando fueron vistos besándose en Madrid. Su relación más conocida fue con Ben Affleck, antes de que él se reconciliara con Jennifer Lopez.

Una diferencia de edad que no parece importar

Ahora que todo podría apuntar a que estamos ante una nueva relación, son muchos los que se han fijado en la edad de ambos. Por su parte, Tom Cruise tiene 62 años, mientras que Ana de Armas tiene 36. Una diferencia de edad que parece no importarle a los tortolitos, o al menos no para disfrutar de una cena en el Soho londinense.