¿Quién es El Sapo? El ladrón de “un millón de euros” que ha confesado haber quemado la Torre Windsor 20 años después
El criminal ha confesado la autoría de la destrucción del edificio en un documental
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El Sapo / Cuatro
Han pasado casi 20 años desde aquel 12 de febrero de 2005 a las 23:19 horas cuando los bomberos de Madrid recibían una llamada: la planta 21ª de la Torre Windsor, uno de los principales rascacielos de la capital madrileña, se estaba quemando. Casi 24 horas fueron las que el fuego estuvo activo supuestamente por una colilla mal apagada. Sin embargo, esa versión de los hechos acabó cayéndose cuando se relacionó el incendio con el comisario jubilado José Manuel Villarejo, del Cuerpo Nacional de Policía.
La historia se remonta al 8 de agosto de 2001, un año antes, cuando se produjo uno de los robos más grandes en nuestro país. Varios encapuchados asaltaron la casa de la aristócrata Esther Koplowitz, una de las mujeres más ricas, para arrasarle algunas de sus obras de arte como Goya, Brueghel, Sorolla, Gris o Pisarro, todas ellas valoradas en 200 millones de euros. Pero, ¿qué tiene que ver una historia con la otra? Su autor, Jon Imanol Sapieha Candela también conocido como El Sapo.
¿Quién es El Sapo? El ladrón que robó a la millonaria Esther Koplowitz
El documental de Sapo S.A. Memorias de un ladrón cuenta con la versión del propio Jon Imanol Sapieha, quien ha asegurado ser el autor del incendio.
Nació en North Kivu, en el Congo, en 1953, y es considerado uno de los ladrones más hábiles de Europa y uno de los más famosos en España. Si algo destaca a El Sapo es su habilidad para ocultar su rostro e infiltrarse dentro de la policía.
Pasó su adolescencia entre Suiza y Madrid y su infancia estuvo marcada por la inestabilidad. Fue en la Nochebuena de 1998 cuando llevó a cabo el atraco al Banco Popular de Yecla (Murcia) y robó junto a otros terroristas un botín de 2.700 millones de pesetas.
Más tarde, en 2001, junto a Cásper, fue cuando tuvo lugar el robo de una veintena de cuadros valorados en más de 200 millones de euros a Koplowitz. Durante su condena de seis años en prisión se introdujo en el mundo de la escritura y escribió por Amor al Arte, unas páginas donde detallaba cómo fue el golpe. Su última captura relevante fue en 2014, cuando intentó sustraer obras de arte en una sala de subastas de Madrid. Actualmente, retirado en África, se dedica a la protección de la vida salvaje y la formación de rangers.