Por qué ni Sabrina Carpenter ni Chappell Roan querrían ganar el premio a ‘Mejor Nuevo Artista’ en los Grammy
Te hablamos de la leyenda negra que rodea a este galardón tan importante
Chappell Roan en el GRAMMY Museum L.A. Live. / Rebecca Sapp
Cada año esperamos con ansias los premios más importantes de la música internacional: los Grammy. Unos galardones que destacan por los artistas nominados e invitados, y, para quienes los ganan, significan prestigio, reconocimiento y un gran impulso en su carrera... ¿o no?
Hay una categoría que se dice que esta maldita y esa es la del Mejor Nuevo Artista (Best New Artist). En muchas ocasiones, quienes han ganado el premio han desaparecido del foco mediático poco después, dejando la sensación de que el galardón no siempre garantiza una carrera duradera.
En la 67ª edición de los Premios Grammy están nominados en la categoría de artistas revelación, Benson Boone, Sabrina Carpenter, Doechii, Khraungbin, Raye, Chappell Roan, Shaboozey y Teddy Swims. ¿Pasará lo mismo con el próximo galardonado?
Mirando hacia atrás, encontramos varios ejemplos. En 2023, Samara Joy se llevó el premio tras haber lanzado un año antes su álbum Linger Awhile. Este trabajo alcanzó el puesto 158 en el Billboard 200 de Estados Unidos y llegó al número 1 en la lista de álbumes de jazz, con 8.500 unidades equivalentes vendidas tras su victoria en los premios Grammy. En 2024, su siguiente álbum, Portrait, tuvo un desempeño notable en plataformas digitales y radio, aunque su impacto fue menor en comparación.
En 2018, Alessia Cara fue galardonada, pero su carrera parece haber quedado bajo la sombra de la llamada "maldición" que persigue a algunos ganadores. Su victoria generó polémica, ya que competía contra artistas como Khalid o SZA, quienes realmente habían despuntado en 2017. Para muchos seguidores de los Grammy, no tenía sentido que se le otorgara el premio, dado que su carrera había comenzado en 2015. Como si eso no fuera suficiente, cuando lanzó su segundo álbum, The Pains of Growing, en noviembre de 2018, apenas vendió 6.000 copias en Estados Unidos, un contraste abismal con el disco de platino que logró con su debut.
Los grandes olvidados
Este es solo un ejemplo entre muchos. En la última década, la "maldición" ha alcanzado a varios ganadores. En 2014, el premio Grammy a Mejor Nuevo Artista fue para Macklemore y Ryan Lewis. Tras hacer que todos bailáramos con Thrift Shop y llevarse otros tres Grammy, el dúo terminó separándose, en parte por las críticas que recibió su segundo álbum, This Unruly Mess I've Made.
En 2011, el reconocimiento fue para Esperanza Spalding, quien dejó atrás a pesos pesados como Justin Bieber y Drake, ambos con carreras globales. En 2012, Bon Iver se impuso a Nicki Minaj y Skrillex, dos artistas que han disfrutado de un éxito mucho más mainstream. Aunque, claro, Iver sigue brillando, pero en un circuito más alternativo. En 2013, los ganadores fueron Fun. Quizá el nombre no te diga mucho, pero seguro que We Are Young te suena, porque sonó en todas partes. Luego, desaparecieron del mapa.
La lista es extensa. En 1970, Crosby, Stills & Nash se llevó el Grammy, dejando atrás a Led Zeppelin. Menos mal. Un año después, Elton John estuvo a punto de ganarlo, pero finalmente el galardón fue para el dúo The Carpenters. En 1999, los imbatibles Backstreet Boys quedaron en segundo plano frente a Lauryn Hill. Aunque la cantante, que arrasó en los 90, no pareció verse afectada por la supuesta maldición y suma 8 Grammy en su carrera, la popularidad de la boyband sigue vigente hasta hoy.
Sin embargo, hay excepciones, hay algunos cantantes que han sabido sortear la maldición del Grammy a Mejor Nuevo Artista: Olivia Rodrigo y Billie Eillish, siendo las artistas más recientes en haber superado esa maldición. Pero también se encuentran nombres reconocidos como The Beatles, Mariah Carey, Maroon 5, Adele, Norah Jones...
¿Querrán Sabrina Carpenter y Chapell Roan ganar este premio sabiendo el riesgo que tiene? Aunque no es una ley escrita, esperemos que quien gane este años siga teniendo un éxito duradero.
