40 años de “la noche más grande del pop”: cuando una constelación de estrellas grabó ‘We are the world’
La noche del 28 de enero de 1985 se registró el sencillo benéfico contra el hambre en África
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Parte del elenco de USA For Africa, con Michael Jackson en el centro junto a Dianna Ross. A la izquierda, Stevie Wonder y Lionel Richie. / Bettmann
El 28 de enero de 1985, hace cuarenta años, el sabio productor Quincy Jones decidió poner a la entrada del estudio un cartel que rezaba: “Dejad los egos en la puerta”, y quizá por eso salió todo tan bien. Porque aquella noche a grabarse en un recinto de sonido de Los Ángeles una de las canciones más interesantes de la historia de la música, no solo por su carácter benéfico, sino por el apabullante plantel de estrellas que congregó. Se trata de We are the world, el tema que apareció firmado por USA For Africa.
Poco antes, un conglomerado de artistas británicos (Band Aid) había lanzado el sencillo Do the know it’s Christmas, cuya recaudación iría destinada a la lucha contra el hambre en Etiopía. La idea inspiró al músico estadounidense Harry Belafonte para importar la idea a su país. Contactó con un mánager que contactó, a su vez, con Quincy Jones, quien contactó con Michael Jackson y Lionel Richie para escribir una canción acorde a la idea. Simultáneamente, el mánager empezó a reclutar a otros artistas para cantarla.
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Durante una semana, Jackson y Richie se encerraron en la casa del Rey del Pop en Encino (California) para componer la letra y la música. Cuando dieron con una versión casi terminada, el 22 de enero acudieron a los estudios Lion Share para grabar la base musical. Entre los músicos que participaron estaban dos componentes del grupo Toto (los teclistas David Paich y Steve Porcaro) y el percusionista Paulinho da Costa. El equipo citó a los cantantes invitados la noche del 28 de enero en los estudios A&M de Hollywood.
La fecha elegida no fue casual: esa tarde se celebraba muy cerca de allí la ceremonia de entrega de los American Music Awards, que reunía a todos los grandes de la música estadounidense. Teniéndolos a mano, podrían pasarse por el estudio al término de la gala. Entonces Quincy Jones colgó el susodicho cartel, y Michael Jackson, implicado en el tema desde su creación, fue el primero en aparecer, a las ocho de la tarde, para grabar su parte solista y sus coros. A continuación fue desfilando el resto.
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Si la canción tenía visos de poder conectar con el público fácilmente gracias a su coreable estribillo, el elenco de artistas superó cualquier iniciativa llevada a cabo hasta la fecha. Cualquiera que fuera grande en la música de Estados Unidos en 1985 estuvo allí: Stevie Wonder, Tina Turner, Bruce Springsteen, Bob Dylan, Cyndi Lauper, Ray Charles, Willie Nelson, Paul Simon… y un largo etcétera al que hay que sumar a Michael Jackson y Lionel Richie.
Un número uno planetario
Poco más de un mes después, We are the world llegó a las tiendas. No puede que la acogida fuese sorprendente. Como se esperaba, fue un número uno planetario (también en la lista de ventas de España). Solo en Estados Unidos se han vendido hasta hoy ocho millones de copias; en Francia, un millón. El 15 de junio de ese 1985, la canción llegó al número uno de la lista de LOS40.
Para muchos, la grabación del tema fue “la noche más grande del pop”. Así, de hecho, se tituló el documental que estrenó la plataforma Netflix a principios de 2024 sobre las vicisitudes del proyecto. Se estima que en todo este tiempo la organización ha recogido más de 80 millones de dólares (el equivalente a 220 millones actuales) por las ventas del sencillo y de artículos de merchandising, así como de donaciones de entidades y particulares.
Tanto el antecedente de Band Aid como We are the world demostraron el poder de la música pop y rock para agitar mentes, despertar conciencias y hacer un mundo mejor.