La verdadera metamorfosis de Aitana: un corazón herido que trae un anhelo ‘internationally’
‘Segundo intento’ es solo el principio de la era ‘blue’ y más real de la princesa del pop
Juro y perjuro que valoro como el que más la discografía de Aitana. Si fuera creyente, su repertorio sería la biblia a la que rezo cada noche antes de irme a la cama. Si me santiguase, lo haría con los ojos cerrados y ejecutando paso a paso el baile prohibido de miamor. Pero las popstars también se equivocan, sus caminos no son inescrutables y los fieles esperamos – con ansiedad y muchísima fé – que sepan dar media vuelta para poner la marcha correcta. A Aitana le ocurrió el año pasado. Su corazón latía de una manera distinta y dejó que la música la llevará por unos derroteros continuistas de 11 razones cuando el público esperaba de ella otra cosa, otro alpha. Por suerte, Aitana ha sabido frenar y pisar el acelerador cuando ha tenido claro qué desvío tenía que coger. ¿La dirección correcta? Tiene nombre y apellidos: Segundo intento.
El lanzamiento de esta canción marca el inicio de la era ‘blue’ de Aitana. Una era que rompe con el pop cuqui de Akureyri y 4to 23 y apuesta por otro de corte dance que sigue la fórmula perfecta y ochentera con la que The Weeknd y Dua Lipa se embolsaron varios millones de oyentes mensuales. Algunos pueden pensar que llega tarde, incluso que no inventa nada después de escuchar los proyectos también ‘made in Spain’ de Abraham Mateo o Vicco. Sin embargo, el género, la identidad del tema, es solo una excusa. La voz de Aitana es el verdadero diferencial y la letra, la historia que guarda, la guinda de un pastel perfecto para devorar una y otra vez. Segundo intento es un bop fácil, directo y con gancho. Entra desde la primera escucha y, lo más importante, gana con el 'repeat'. Cuanto más la escuchas, más te gusta.
Pero aquí importa todo, el contenido y el continente. El contenido porque Aitana vuelve a cantarle al desamor mientras baila. La Aitana despechada gusta porque se empodera, se viene arriba y mira de frente al tío que la trató mal para hablarle sin tapujos, pero manteniendo su honestidad y, sobre todo, siendo elegante en el tú a tú. En el continente porque cuando uno sufre mal de amores y sale de eso, y consigue quererse y priorizar el amor propio, también lo proyecta. Si Segundo intento funciona tan bien es porque trae consigo un videoclip donde se reafirma a la diva que una parte de su público – yo me incluyo – tanto echó en falta durante los pasos en falso que dio el año pasado. Aunque ella no le echa mucha cuenta a los títulos, el de popstar es el que mejor le queda cuando lo abraza sin complejos. El videoclip de Segundo intento es una buena prueba de ello. No rompe barreras como el de Los Ángeles o miamor, pero funciona como declaración de intenciones, un recordatorio de que la diva no se ha ido de parranda. Una diva que, además, tiene un anhelo ‘internationally’.
La verdadera metamorfosis de Aitana ha sido aceptar que una ruptura puede ser muy poderosa cuando la usa a su favor. No solo por sincerarse a través de la música, sino por todo lo que implica emocionalmente vivir un duelo así mientras construye su próximo disco. La propia Aitana comentaba en Anda Ya que pasó por una mala racha el año pasado: “Encontré un vacío existencial y me tenía que reencontrar”. Dándose cuenta de eso no solo consigue ir al siguiente nivel, que es presentar su proyecto más personal hasta la fecha, sino que, casi con toda seguridad, llegado el momento, publique su trabajo más ambicioso y el que realmente tenga la vocación de cruzar fronteras y darle a esta princesa del pop la oportunidad perfecta de ser enorme.
Juro y perjuro que valoro como el que más la discografía de Aitana y no doy ni falso testimonio ni miento en mis palabras. Toca santificarla y creer que lo que viene no es un milagro, sino el resultado de un trabajo bien hecho y, sobre todo, cien por cien Aitana.
Adriano Moreno
Periodista de LOS40 y autor de ‘Si me dijeras que sí’ y ‘La noche que perdí a la Chica del Pop’. Odio...