Diez años sin Demis Roussos: el griego de voz romántica que causó furor en los años setenta
Fue número uno de LOS40 con cuatro canciones
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Demis Roussos, en 1975. / William KAREL
Dice un refrán que el tiempo pone a cada uno en su sitio, pero no siempre ocurre. La figura de artistas que fueron grandes y respetados se ve en ocasiones distorsionada por el paso de los años. Es el caso de Demis Roussos. Los lectores de más edad recordaran que el cantante griego era asiduo en las actuaciones musicales de la televisión de los setenta; su oronda e imponente imagen dejaba huella en la memoria. Pero con la llegada de la modernidad al pop, él y otros artistas fueron vistos como culmen de la horterada (luego otros grupos modernos también). Hortera o no, Roussos fue un cantante sobresaliente, de estilo único, que tuvo un buen puñado de éxitos en todo el mundo, incluida España.
Se cumplen ahora diez años de su muerte, pues nos dejó el 25 de enero de 2015 a los 68 años. Nacido en Alejandría (Egipto) de familia griega, Roussos fue número uno de LOS40 con Velvet mornings, Goodbye, my love, goodbye (ambos en 1973), Someday, somewhere (1974) y la tétrica Morir al lado de mi amor (en 1977). Pero su carrera musical había comenzado mucho antes.
Hijo de un guitarrista clásico, Roussos estudió música e ingresó siendo muy joven en el coro bizantino de su iglesia. A causa de una crisis política, el clan regresó a Grecia, donde tuvo sus primeros contactos con el pop. The Idols fue la banda en la que empezó, con 17 años; pasó a We Five, aunque cuando alcanzó notoriedad internacional fue con Aphrodite’s Child, donde también militaba el teclista Vangelis, su primo (y donde Roussos, además de cantar, tocaba la guitarra y el bajo). Este trío logró un enorme impacto en toda Europa con el tema Rain and tears, de 1968, adaptación del Canon de Pachelbel, cuyo colchón de teclados hipnóticos conectó muy bien con la generación del rock progresivo.
El grupo se separó y Demis siguió colaborando en discos de su primo Vangelis —autor de bandas sonoras para Carros de fuego o Blade runner—, hasta que en 1971 debutó en solitario con el álbum On the Greek side of my mind (también conocido como Fire and ice). Tuvo discreta acogida en Bélgica y Países Bajos. Pero fue con el segundo trabajo, Forever and ever, de 1973, con el que empezó a ser reconocido en todo el continente. Ese disco contenía dos de los números uno de LOS40 antes mencionados, como Velvet mornings y Goodbye, my love, goodbye. El álbum fue también número dos de ventas en España.
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Por lo general, sus canciones eran lentas; baladas de letras románticas en las que derramaba su peculiar voz, de intensísimo vibrato. Otras, como Velvet mornings (más conocida por su estribillo: “Triki triki triki triki triki mon amour”), tenían claros ecos de la música regional de su país. Un estilo que hoy puede sonar desfasado, pero que en esos días causó furor. Muchas las grabó en castellano, lo que contribuyó a engrandecer su popularidad en nuestro país. De carácter cordial, con exceso de peso y vestido habitualmente con exóticas túnicas, Roussos llamaba la atención siempre que aparecía en la pequeña pantalla. Al contrario de lo que sugería su aspecto, era un conquistador, y llegó a casarse cuatro veces.
Uno de los episodios más conocidos de su vida es que fue uno de los pasajeros secuestrados en el vuelo TWA 847 en junio de 1985, que volaba de Atenas a Roma. Al quinto día de secuestro fue liberado junto a otros cuatro ciudadanos griegos; el resto del pasaje tuvo que soportar el secuestro diecisiete días.
La cuestión del peso llegó a ser un problema para su salud. Se sometió a numerosas dietas y a principios de los ochenta perdió 50 kilos en menos de un año. Escribió un libro precisamente titulado Cuestión de peso. Ya este siglo siguió realizando giras por toda Europa, incluso por Rusia y Emiratos Árabes, así como actuando en ceremonias de la iglesia ortodoxa, cuya fe profesaba. En 2009 publicó su último disco, Demis. Sin embargo, ya en una edad madura, fue diagnosticado de cáncer de estómago, de páncreas y de hígado; en enero de 2015 tuvo que ser hospitalizado ya en un estado terminal, y el día 25 de ese mes falleció.