El historial de Elon Musk que le habría llevado a hacer cosas como el saludo nazi

El revuelo que se ha formado después de la aparición de Elon Musk en la toma de investidura de Donald Trump no es para menos. Durante su discurso, el magnate realizó lo que parece el saludo romano, un gesto históricamente vinculado al nazismo.

Existe un debate al respecto sobre si Musk estaba haciendo tal acción con esta implicación o no, ya que lo realiza antes de decir “mi corazón va para vosotros”. El empresario ha utilizado su red social X, donde no niega el acto, pero sí expone las críticas como parte de una campaña de “trucos sucios” por parte de los demócratas.

“Francamente, necesitan mejores ‘trucos sucios’. El ataque de ‘todo el mundo es Hitler’ ya es muy cansado”, tuiteó Musk este martes.

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Un historial vinculado a la extrema derecha

Elon Musk nunca ha escondido sus posicionamientos políticos y menos desde que es dueño de la antigua Twitter, donde deja constancia de los mismos. Es más, se trata de una figura clave en el presente a la hora de determinar la agenda mediática, que a estas alturas emana cada vez más directamente de las redes sociales.

Musk ha apoyado abiertamente la campaña de Donald Trump en las últimas elecciones estadounidenses, inyectando más de 119 millones de dólares en un comité de acción política, "America PAC", para impulsar la victoria de Trump. De esta forma, Musk pasó semanas animando a los votantes de los estados clave a acudir a las urnas, llegando a ofrecer premios por un millón de dólares. En total, contribuyó con más de 277 millones de dólares a candidatos republicanos de todos los niveles en el ciclo electoral 2023-24.

En este sentido, el magnate es un férreo defensor de los “valores tradicionales”, el endurecimiento de las políticas migratorias y “el rechazo al socialismo”, tal y como ha compartido en su perfil de X. Siguiendo una dinámica que parece haberse convertido en su proyecto personal, el empresario canaliza su influencia política y económica —siendo el dueño de empresas como Tesla, SpaceX, Neuralink o The Boring Company— para promover ciertos movimientos con notables implicaciones geopolíticas.

Ahora mismo, Musk tiene la vista puesta en Europa, donde defiende la visión MEGA (Make Europa Great Again), fundamentada en los elementos citados anteriormente, donde también apuesta por “exponer las mentiras de la prensa mainstream”, “deshacerse de la ideología woke”, “no estar avergonzados de ‘nuestro legado’” y acabar con “el lavado de cerebro de la extrema izquierda en las escuelas”.

Asimismo, Musk ha mostrado también su apoyo a partidos de extrema derecha como la Afd (Alternative für Deutschland) alemana y a formaciones ultraliberales como la de Javier Milei en Argentina. También ha evidenciado su afinidad con otros gobiernos como el del ultranacionalista húngaro Viktor Orban.

Musk también aseguró durante los enfrentamientos en Reino Unido entre las protestas antirracistas y los grupos de ultranacionalistas que la “guerra civil” era inevitable, por los efectos de la “migración masiva” que ha llegado a calificar como “invasión”.

El dueño de SpaceX también le habría dado voz a varias teorías de la conspiración, destacando la de "el gran reemplazo". Esta corriente sostiene que las poblaciones nativas de ciertos países (generalmente de origen europeo y blanco) están siendo deliberadamente reemplazadas por inmigrantes no blancos o no occidentales a través de políticas promovidas por élites globales. En este caso, Musk compartió un post que señalaba que la población judía estaría apoyando a “hordas de minorías” inundando el país para reemplazar a la población blanca. La misma teoría que impulsó el tiroteo mortal en la sinagoga del Árbol de La Vida en 2018.

Tras concluir una sólida victoria en Estados Unidos junto a Donald Trump, lo que es claro —y visible por su actividad en redes sociales— es que ahora Musk tiene el punto de mira fijo en Europa.