Rescataron a unas vacas enfermas, las cuidaron… y ahora la justicia quiere devolverlas al matadero
El caso ha levantado una oleada de indignación entre los colectivos en defensa de los animales. Por el momento, el Seprona no se ha llevado a los animales.
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Las vacas se recuperaron en un santuario. / Jonathan Kirn
Ocurrió en el año 2022 en la localidad cántabra de Sarón. Cinco vacas fueron decomisadas por el Seprona al encontrarse en grave estado de desnutrición, encadenadas y en condiciones extremadamente precarias, lo que las situó al borde de la muerte. Tras ello llegaron al santuario de animales La Manada Cántabra, en la localidad de Escobedo de Camargo, donde tras dos años de cuidados y atenciones se recuperaron casi totalmente, para orgullo y alegría de los responsables del santuario.
Ahora, más de dos años después, la justicia ha dado la razón al ganadero, que justificó el estado de las reses en que tenían "una edad avanzada" y en que al estar gestando y produciendo, se quedaban "más delgadas". Pese al informe del Seprona, que reflejó en su día la dramática situación de las vacas, el juez considera que no hay maltrato, por lo que hay que devolverle los animales a su anterior dueño, que aboga por llevarlas directamente al matadero.
Las vacas estaban encadenadas 24 horas, sin luz y esqueléticas
"Se las devuelven a su maltratador después de varios recursos rechazados, de ponerlas bien de peso y salud, mantenerlas, cuidarlas sin recibir del estado ni un euro en concepto de manutención", denuncian los responsables del santuario en su cuenta de Instagram, "Ahora la persona que las tenía muertas de hambre, encadenadas 24 horas, sin luz y esqueléticas, se lleva unas vacas mantenidas cuyo valor se ha multiplicado en el matadero, que es a donde van a ir vendidas", recuerdan.
Tal y como explican los responsables del santuario, "estas vacas se han convertido en símbolo de la vulnerabilidad de los animales frente a resoluciones judiciales sin apelación", y denuncia que este caso "no solo promueve la impunidad ante el maltrato animal, sino que supone un retroceso en la lucha por su protección, premiando al maltratador", al “lucrarse económicamente con la venta de las vacas al matadero”, y castigando a aquellos que hacen el bien por los animales altruistamente".
En 2013 y 2019 el ganadero recibió otras dos denuncias por maltrato animal
Se da la circunstancia de que el propietario tiene otra denuncia por maltrato animal de hace años. En enero de 2019 la Guardia Civil le denunció por el estado de un perro, también encadenado, en un habitáculo expuesto al exterior, lleno de agua en pleno momento de lluvias. Poco después, lo sacrificó. Pero este no era el único caso: en 2013 se observaron varios perros en pésimas condiciones sanitarias y de bienestar animal: animales atados con cadenas extremadamente cortas, algunos a la intemperie y con el recinto anegado de agua, tal y como recogieron diversos medios locales.
Primera victoria
Este mismo miércoles, 15 de junio, era la fecha estipulada por el juez para devolver las vacas al ganadero. Eso ha movilizado a un centenar de activistas, que se han desplazado hasta Escobedo desde distintos puntos de España para apoyar a los responsables del santuario. Tal y como informan los medios locales, como El Diario Montañés, los animalistas han logrado una primera victoria, y el Seprona se ha ido del santuario sin los animales.
"Se ha conseguido un pequeño logro, pero no está todo ganado. No sabemos lo que puede suceder en un futuro. Tenemos que estar atentos, no podemos dejar esto pasar. Hasta que no esté el papel firmado y las vacas se queden con La Manada Cántabra vamos a seguir luchando", han declarado los responsables del santuario al citado periódico.