Un español descubre el coral más grande del mundo
Está en las Islas Salomón, en el Océano Pacífico, y es tan gigantesco que se puede ver desde el espacio.
El coral es un de los organismos más fascinantes de los océanos. Formado por miles de individuos llamados zooides, se agrupan en forma de arrecifes desde hace millones de años, y desempeñan toda una serie de funciones cruciales para los ecosistemas marinos: son el hogar de una gran diversidad de especies, y actúan como barrera natural que protegen las costas de la erosión y los efectos de las olas. Además, son clave en materia de nutrientes: pese a ocupar menos del 1% de la superficie oceánica, proveen alimento a casi el 25% de las criaturas marinas que existen.
Actualmente, los arrecifes de coral están seriamente amenazados por el aumento de la temperatura de los océanos, la acidificación del agua y la presencia de sustancias tóxicas. Es por ello que la noticia que acaba de ser conocida es tan positiva para la comunidad científica y, en general, para todo aquel que conozca la importancia de los ecosistemas marinos: el coral más grande del mundo acaba de ser descubierto. Y tras el hallazgo está un español, el biólogo y videógrafo marino Manu San Félix.
De casualidad
San Félix se encontraba en las inmediaciones de las Islas Salomón realizando un viaje de documentación con el proyecto Pristine Seas de la organización National Geographic, cuando en una inmersión inicial a pleno pulmón detectó algo que le llamó la atención, lo que le llevó a bajar a unos 13 metros de profundidad. Se trataba de un megacoral.
A diferencia de un arrecife, que está formado por corales de diferentes especies, este era un organismo único. Y era grande. Muy grande. Tanto, que se puede ver desde el espacio. La formación tiene 34 x 32 metros, con una circunferencia de 183 metros, lo que la convierte en la colonia de coral más grande jamás registrada. Y se estima que se ha formado a lo largo de los últimos 300 años.
"Encontrar este mega coral es como descubrir el árbol más alto de la tierra"
Tal y como han explicado los investigadores, el descubrimiento "fue realmente fortuito”, en palabras de Molly Timmers, científica principal de la expedición, “lo encontraron la noche antes de que nos cambiáramos a otra sección".
Los científicos no han disimulado su satisfacción por el hallazgo. "Justo cuando pensamos que ya no queda nada por descubrir en el planeta Tierra, encontramos un coral enorme formado por casi mil millones de pequeños pólipos, que palpitan con vida y color", ha explicado en un comunicado Enric Sala, fundador de Pristine Seas. "Encontrar este mega coral es como descubrir el árbol más alto de la tierra", ha explicado en un comunicado "Este descubrimiento reaviva nuestro sentido de maravilla y asombro sobre el océano”.
Las Islas Salomón son parte de una región llamada el Triángulo de Coral, sobrenombre que reciben por la asombrosa diversidad de coral de sus aguas. Se sitúan al sureste de Papúa Nueva Guinea, y cuentan con una superficie de 28 896 km² distribuidos en 990 islas. Un auténtico paraíso natural que, desde hoy, tiene aún más valor desde el punto de vista de la biodiversidad marina.