El Galaxy S25 Slim y el iPhone 17 Air podrían sufrir un grave revés
Las marcas se han encontrado un problema en su apartado clave.
Según un nuevo rumor que llega desde Corea del Sur, los futuros Samsung Galaxy S25 Slim y Apple iPhone 17 Air podrían no ser tan finos como se esperaba. Según un rumor del filtrador ‘Yeux1122’, del que ya se ha hecho eco algún que otro compañero de gremio, los dos gigantes de la telefonía han fracasado en sus intentos de reducir el grosor de la batería.
Supuestamente, las dos empresas planeaban utilizar nuevos materiales y sustratos más delgados, presumiblemente para reducir el espacio ocupado por la batería, pero manteniendo una capacidad razonable.
Esto ha resultado ser más difícil de lo que anticiparon en un principio, y ese nuevo atractivo que le querían dar a sus nuevos modelos parece que trae obstáculos que no se pueden superar. Por eso, las dos compañías han decidido moderar un poco sus ambiciones y hacer algunos “compromisos técnicos” en forma de recorte.
Ambas empresas se desviarán de sus objetivos originales y optarán por baterías más grandes, lo que conduciría a un aumento en el grosor de sus teléfonos. Apple inicialmente apuntaba a un teléfono de 6mm de grosor, lo que habría hecho que el iPhone 17 Air fuera notablemente más delgado que el iPhone 16 (7.8mm de grosor).
Es probable que los teléfonos delgados sigan siendo más delgados que las ofertas actuales de Apple y Samsung. Además, y siempre supuestamente, Samsung solo producirá el Galaxy S25 Slim en cantidades limitadas.
Según rumores anteriores, el iPhone 17 Air lucirá una pantalla de 6.55 pulgadas con una frecuencia de refresco de 120Hz, un marco fabricado de titanio y aluminio, una sola cámara trasera de 48MP y el rumoreado procesador A19. De manera similar, se espera que el Galaxy S25 Slim siga siendo un teléfono bastante “premium” con una cámara principal de 200MP.
La filtración deja muy claro que las baterías, que son fundamentales para conseguir un diseño más o menos delgado, se fabricarán utilizando la tecnología existente, y esto ha hecho que algunos analistas se pregunten si no sería una idea mejor retrasar los teléfonos hasta que esté lista una nueva tecnología para las baterías.
De lo contrario, si los teléfonos van a ser solo “un pelín” más delgados que los mejores teléfonos disponibles hoy en día, y no ofrecen una duración de batería sensiblemente más duradera, los compradores no van a ver una gran razón para lanzarse desesperados a por uno de ellos.