El lince ibérico deja de estar en peligro de extinción
Ya hay más de 2.000 ejemplares, por lo que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha decidido rebajar su grado de amenaza a vulnerable.
Cuando arrancó el siglo XXI, una especie muy nuestra, el lince ibérico, se encontraba en una situación crítica. Apenas existían 94 ejemplares ubicadas en dos poblaciones separadas: Andújar (Jaén), donde se contaban 54, y en Doñana, en Huelva, con 49. Este felino, un símbolo por antonomasia de la biodiversidad de la península, parecía condenado a desparecer por culpa, sobre todo, de actividades como la caza y fenómenos como la degradación de su hábitat, así como los atropellos.
Es la segunda vez que la UICN mejora la calificación del felino
Sin embargo, y por una vez, las administraciones decidieron ponerse manos a la obra y trabajar conjuntamente de la mano de los expertos en conservación. El resultado ya es visible. Hoy, ya hay 2.000 linces, lo que ha llevado a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) a rebajar su grado de amenaza, que ha pasado a vulnerable. Esta es la segunda vez que la UICN mejora la calificación del felino: en 2015 pasó de ser considerado en peligro crítico de extinción a en peligro de extinción.
¿Cómo se ha conseguido este hito, que los biólogos no han dudado en calificar como histórico? De entrada, se ha trabajado para aumentar la abundancia de sus presas, especialmente el conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) en peligro de extinción. Además, se ha hecho un esfuerzo especial en proteger y restaurar el hábitat de matorral y bosque mediterráneo donde habita, al tiempo que se han reducido las muertes causadas por la actividad humana.
No hay que echar las campanas al velo. Según ha incidido el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), “a pesar de estas buenas perspectivas, el lince ibérico aún tiene importantes amenazas y sigue constituyendo una prioridad respecto a los compromisos y responsabilidades en materia de protección de la biodiversidad en nuestro país, puesto que continúa en la categoría ‘En peligro de extinción’ en el Catálogo Español de Especies Amenazadas”.
Un animal único
El lince ibérico (Lynx pardinus) es un gato montés de tamaño mediano, endémico de la Península Ibérica en el suroeste de Europa. Actualmente se distribuye en España por Andalucía (en los parques de Doñana, Sierra de Andújar, Sierra de Cardeña y Montoro y Sierra de Cazorla), Castilla-La Mancha (en los Montes de Toledo) y por Extremadura y en Portugal, en el parque natural del Valle del Guadiana.
Los conejos representan entre el 80 y el 90% de su alimentación
Entre las características que lo hacen inconfundible, sus orejas puntiagudas terminadas en un pincel de pelos negros, lo que favorece su camuflaje. También, las patillas que cuelgan de sus mejillas.
En cuanto a su comportamiento, el lince ibérico es un animal solitario y de espíritu nómada, que caza fundamentalmente de noche. Los conejos representan entre el 80 y el 90% de su alimentación, aunque también puede cazar pequeños roedores y aves como las perdices.