Dinastia de X y Potencias de X cuentan una de las mejores historias de los mutantes de Marvel
Un guion excepcional que cuenta con el dibujo de Pepe Larraz y R.B. Silva.
Uno de los tomos más imponentes que han caído en nuestra mesa este año ha sido la recopilación de "Dinastía de X" y "Potencias de X" en un solo volumen de Panini; dos miniseries de Marvel interconectadas dentro de la editorial, escritas por Jonathan Hickman con arte de Pepe Larraz y R.B. Silva; dos grandes del dibujo superheroico Marvelita.
Son dos series importantes que marcan un especie de reinicio de la línea de cómics de los X-Men, reorganizando el estatus quo del universo mutante de la mano de uno de los guionistas más importantes de Marvel.
“Dinastía de X” cuenta como Charles Xavier, que ha adoptado una nueva visión para los mutantes, utiliza la isla viviente de Krakoa, para establecer una nación mutante soberana, ofreciendo refugio a todos los mutantes del mundo.
Krakoa no solo es un hogar seguro, sino que también tiene propiedades únicas que permiten la producción de medicamentos avanzados que los mutantes usan como moneda de cambio para ganar reconocimiento y soberanía mundial. Pero parece que el tiempo de convivencia ha terminado y las acciones de Xavier van a ver repercusiones.
Lo que nos lleva a “Potencias de X”; una historia que complementa la de "House of X", explorando cuatro periodos de tiempo distintos que muestran la evolución de ese sueño de Xavier y el destino de los mutantes. Año 1 (X^0) presenta el origen de la visión de Xavier y la creación de Krakoa, Año 10 (X^1) coincide con los eventos actuales de "House of X", Año 100 (X^2) muestra un futuro distópico donde los mutantes luchan contra la dominación de las máquinas y año 1000 (X^3) pinta un futuro aún más lejano, donde la humanidad ha evolucionado y los mutantes enfrentan nuevos desafíos existenciales. Cada periodo ofrece una visión diferente sobre el impacto y las consecuencias de las decisiones tomadas por Xavier y otros líderes mutantes.
Estas dos historias de Hickman, uno de los guionistas más prolíficos de la editorial, juegan con términos clásicos de las historias mutantes, como la 'Supremacía Mutante' y algunos nuevos como la 'resurrección mutante'; un proceso orquestado por varios mutantes, los X-Men pueden resucitar a los caídos, cambiando la dinámica de mortalidad dentro de la comunidad mutante.
Los guiones de Hickman hicieron que estas miniseries revitalizaran la franquicia de los X-Men, tanto en términos de narrativa como de ventas. Pero no solo de guiones vive el cómic y debemos dar el crédito merecido al madrileño Pepe Larraz y al brasileño R.B. Silva, dos dibujantes en lo más alto de su carrera que aportan frescura a esa revitalización de la que hablábamos.
No sabemos si se hizo a propósito, pero Larraz y Silva comparten un estilo superheroico moderno que consigue que la serie tenga un punto de cohesión cuando se lee del tirón. Pese a que tienen claros distintivos personales en sus respectivos dibujos, parecen pertenecer a un mismo movimiento o escuela marvelita; lo cual es perfecto teniendo en cuenta el orden de lectura de este tomo, que intercala los capítulos de ambas series. El dibujo ayuda a mantener esa sensación de unidad en la obra de Hickman.
Panini recopila ambas colecciones (16 números en total) en un tomo de tapa dura con solapas al que han dado dimensiones de corte “deluxe” para dar el espacio y el reconocimiento al dibujo de ambos artistas, pero que no se antoja masivo y todavía es cómodo para la lectura.
Será un esfuerzo para algunos, pero os aseguramos que serán los 55 euros mejor gastados del mes. Una compra imprescindible si quieres tener lo mejor de X-Men.