Los nuevos CMF Buds te dan todo el sonido portable que necesitas por un precio de risa
La submarca de Nothing pone difícil que pienses en gastar más de 40 euros en unos auriculares
Ya sabéis que CMF fue creada para democratizar la tecnología. La marca ‘barata’ de Nothing pretende romper fronteras haciendo llegar productos de calidad a todo el mundo sin faltar a un estándar de diseño y a la mejor funcionalidad.
Estos Buds de CMF by Nothing ponen muy difícil al usuario que considere gastar más de 40 euros en unos auriculares y es que hacen todo lo que tienen que hacer y lo hacen muy bien. Para empezar, que en mi caso es siempre lo primero, son auriculares muy cómodos. Están hechos de plástico, por lo que el peso no es problema. El cuerpo del auricular tiene una forma que, al menos para mí, se acomoda perfectamente en el pabellón auditivo, sin resultar molesto con el tiempo. Y la parte ‘in-ear’ del auricular tiene tres tamaños diferentes de goma para que nadie tenga problema de encaje.
Como mandan los cánones en 2024, tienen una buena cancelación de ruido activa, algo casi impensable en un producto de sonido portátil con una etiqueta tan ajustada y, aunque parezca mentira, una cancelación de ruido que funciona de maravilla hasta en entornos exageradamente ruidosos. No nos abstraeremos por completo del entorno, pero sí conseguiremos que deje de ser una distracción y hablamos de poder escuchar un podcast tranquilo en un gimnasio ‘trendy’ con música bien alta. Suficiente.
Tampoco fallan en el cuerpo del sonido. Si bien percibimos las frecuencias medias/altas con un poquito más de intensidad o “pegada” de la que encontraríamos en la gama más alta, se quedan lejos de dar ese sonido “de juguete” que caracteriza a los dispositivos de precios bajos y, sin embargo, tienen una capacidad para reproducir frecuencias bajas que rara vez (o ninguna) hemos podido ver antes en un producto de precio similar.
Además, con la aplicación Nothing X, hay un ecualizador que permite personalizar las frecuencias altas, medias y bajas para crear el sonido que más nos guste; que puede variar según géneros o el tipo de contenido que estemos consumiendo.
Los controles táctiles del auricular, si bien no son los más cómodos que hemos probado, están ahí y funcionan, para que podáis colgar/descolgar, pausar o pasar de canción en cualquier momento.
La caja, también hecha de plástico, acomoda y carga los auriculares como esperáis. Si bien no podemos dar datos precisos de duración de batería por el tipo de uso algo “errático” que hacemos de los auriculares, sí podemos decir que nunca nos hemos quedado sin carga. La caja puede dar entre 3 y 5 cargas a los auriculares (siempre en función de cuan descargados los pongáis a descansar en la caja), así que no hay peligro de quedarse sin ellos en un viaje.
¿Cuál es el problema de estos CMF Buds? Pues, francamente, ninguno. Por 40 euros podéis comprar unos auriculares cómodos, con buen sonido y una cancelación de ruido muy competente. Evidentemente, la sensación que tendréis con el producto en la mano, pese a su buen diseño, es la de un producto “barato”, pero es el precio a pagar por la fabricación en plástico. La cuestión es que una vez puestos en la oreja funcionan de maravilla y entendemos que será difícil volver a pensar en gastar más de 100 euros en un producto similar pero fabricado con mejores materiales.