Muere Rosalía Dans, la actriz de 'Amanece, que no es poco'
Toda una vida dedicada a la interpretación y a la pintura
Rosalía Dans interpretando 'Los gozos y las sombras'
Este lunes 18 de marzo, el Ayuntamiento de Curtis (A Coruña) compartía una triste noticia: la actriz y pintora gallega que marcó a toda una generación, Rosalía Dans, ha fallecido a los 68 años. Una muerte que ha dejado a todos los que la conocían y a los que seguían su carrera en shock, pues ha pasado pocos días después de que tuviera lugar en su lugar de nacimiento la inauguración de la Casa-Museo dedicada a su madre, María Antonia Dans, y a la que la propia intérprete no pudo acudir.
"Siempre mostró un constante interés, dedicación y compromiso en el bienestar del pueblo y los curtienses", escribían desde el propio Ayuntamiento. Prueba de ello es el ejemplo de vida de Dans que, tras destacar en algunos de los grandes proyectos televisivos y cinematográficos de los años ochenta como Amanece que no es poco y Los gozos y las sombras a Anillos de oro, decidió emprender un nuevo rumbo en su vida más enfocado en la pintura y la poesía.
Un repaso a una vida llena de logros
Rosalía Dans nació en A Coruña y el arte le venía por todos los costaos, principalmente por su madre, quien también llevaba por la vena de artista por bandera. Su primer gran papel le llegó con la famosa serie Los gozos y las sombras en 1982 emitida en RTVE. Allí interpretó a Rosario la Galana y su triunfo fue tal que consiguió ser portada de un reportaje en revistas como Interviú.
Más tarde, sumó varias producciones a su vida entre la televisión y el cine y, aunque no consiguió ser una actriz habitual en la pequeña pantalla, sí consiguió aparecer en series como Anillos de oro (1983), Goya (1985), Las aventuras de Pepe Carvalho (1986) o Lorca, muerte de un poeta (1987). No obstante, el papel de su vida llegó la comedia surrealista de culto Amanece, que no es poco de José Luis Cuerda, interpretando a Gabriela.
Cuando decidió dejar el mundo de la interpretación en los años 90, lo hizo para embarcarse en otras actividades artísticas como es la pintura. Así, en 1986 consiguió labrar su primera exposición y cinco años después volvió a hacer un cameo como actriz en la película La seducción del caos, dirigida por Basilio Martin Patino.