Taylor Swift y Beyoncé no se lo ponen fácil a Usher para brillar en su actuación en la Super Bowl

Kansas City Chiefs ha ganado la Super Bowl de este año y los millones de seguidores del evento en todo el mundo han podido ver cómo Taylor Swift lo celebraba besando a su novio, Travis Kelce en una de las imágenes más esperadas de la jornada. Ahora muchos dirán que ella ha sido el gran talismán del equipo esta temporada.

Pero no ha sido el único gran momentazo de la noche. Beyoncé se ha quedado con todos al protagonizar uno de los codiciados anuncios publicitarios, uno en el que anunciaba el lanzamiento de su nuevo álbum, el octavo ya de su carrera y el que tomará el testigo de Renaissance, de 2022. Al instante soltaba en plataformas dos nuevas canciones del disco que dejan claro que es un homenaje al country.

Pero ninguna de ellas era la protagonista musical de la jornada, para eso habían contratado a Usher que quedó un tanto eclipsado por estas dos mujeres. Durante el descanso se apoderó del Allegiant Stadium, en Las Vegas, para su actuación de trece minutos.

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Empieza el espectáculo

Arrancó sentado en un sofá en medio del campo que simulaba ser un diamante. Y apareció completamente vestido de blanco cortesía de Dolce & Gabbana. Guantes plateados y una forma de bailar que fue imposible no pensar en Michael Jackson. No es la primera vez que les comparan.

El artista de los dosmiles que tantos éxitos dejó y que acaba de petarlo con su residencia en Las Vegas, arrancó con Caught Up, uno de sus temazos de Confessions, de 2004. Y ahí arrancó un viaje por sus tres décadas de éxitos con temas como U Don’t Have to Call, Superstar o Love In This Club. Rodeado de bailarines, aquello parecía, por momentos, un espectáculo del Circo del Sol.

Invitados

Su primera invitada fue Alicia Keys con su piano. Vestida con un impresionante mono rojo con incrustaciones de diamantes interpretó My Boo y le dio al show un aire R&B.

Jermaine Dupri fue el siguiente en la lista al interpretar Confessions, Pt. I, mientras que la ganadora al Oscar, H.E.R., se unió a la celebración con impresionantes solos de guitarra eléctrica en U Got It Bad y Bad Girl. Para ese momento, Usher ya se había quitado la camiseta dejando su musculado torso a la vista de todos.

Luego se cambió de ropa y se puso los patines y demostró que el baile no se le resiste ni sobre ruedas. Momento, por cierto, en el que Michael Jackson siguió presente cuando pudimos escuchar la intro de Can you feel it, de The Jacksons.

Entonces desfilaron por el escenario Lil Jon y Ludacris. Cerró con dos de sus clásicos: OMG y Yeah.

Con todos ellos cerró un espectáculo donde no sabemos si cantó o bailó mejor. Lo que está claro es que no gustó a todo el mundo. Un espectáculo como este, tiene mucha repercusión y recibe millones de comentarios. Mucho público de habla hispana no entendió un show. Y es que Usher tuvo su gran momento a comienzos de los 2000 y a nivel global ganó su trascendencia, aunque en Estados Unidos siempre ha sido venerado, no hay más que ver el éxito que acaba de tener su residencia en Las Vegas.

Sin embargo, el público norteamericano entiende mejor a este artista que les ha regalado tantos años de música con la que se han ido identificando en sus distintas etapas. Allí estaba Justin Bieber, gran amigo con el que alguna vez ha colaborado, disfrutando de su espectáculo y no ha sido el único. Muchos han quedado encantados con el espectáculo dejando claro que Usher es un artista de extremos.

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