Muchos seguidores de Gran Hermano Vip 8 están encantados con el juego que está dando la cueva y piden que no desaparezca. Otra cosa, seguramente, están pensando los seis concursantes que fueron elegidos para comenzar allí encerrados su reality.
Les hemos visto llorar, sufrir ataques de ansiedad y pasarlo realmente mal. Uno de los más afectados está siendo Luca Dazial que, el pasado domingo, le vimos perder los nervios cuando Ion Aramendi les dejó caer que seguirían ahí un tiempo más cuando él pensaba que ya se acababa su infierno.
Este martes, en GHVIP: Límite 48 horas, el programa ha dado voz y voto a la audiencia para que decidiera si alguno de los seis prehistóricos podría viajar de vuelta al 2023 y unirse a la convivencia de la casa.
“La audiencia ha decidido, con un 90,4% que sí quiere intercambio”, anunciaba Marta Flich sobre la decisión de la audiencia, para alegría de los seis concursantes. Les informaba que no podrían renunciar al premio y que, por muy piña que hubiera formado, tenían que dar un nombre.
“Deseo ir a la cama, no me he visto en esta situación en mi vida, necesito estar en el siglo XXI”, decía Luca antes de que sus compañeros dieran, de manera unánime, su nombre para salir de la cueva. “Ay, gracias”, gritaba emocionado.
“Aparte de que es el más jovencito, a lo mejor le viene un poquito más grande por bagaje de vida, también por lo que le pasó el otro día y por todo en general, está saturadísimo. Hoy ha intentado remontar y ha estado fantástico, pero todos notábamos ya que no estaba a gusto”, explicaba Carmen Alcayde sobre el motivo de su decisión.
El sustituto
Luca ya ha abandonado el sótano y se ha reincorporando a la vida con el resto de compañeros. “He llegado un poco desubicado porque he visto que hay mucha intensidad, pero super contento porque lo estaba pasando fatal”, le decía a Marta Flich.
Todavía le quedaba una decisión por tomar, tenía que elegir al nuevo concursante en viajar a la prehistoria. “Esta situación es muy heavy. Yo no los conozco para saber si están preparados para ir a eso. Pero con lo poco que sé, voy a llevar a Álex, no porque tenga nada en contra tuya, ni porque crea que seas mala persona ni nada”, desvelaba.
Y dejaba claro que no era una cuestión de venganza, aunque su bola fuera la que le llevara a la cueva. Y el argentino no parece que se lo haya tomado demasiado mal, de momento.
