El invento que puede suponer una revolución contra la sequía
Investigadores de la Universidad de Granada han diseñado un dispositivo que permite que el agua llegue directamente a la raíz en los cultivos.
El agua destinada al regadío supone el 85% del consumo total en España, tal y como te contamos en su día en El Eco de LOS40. Por ello, y más allá de las necesarias campañas orientadas a que los ciudadanos hagamos un uso racional del agua en casa, es fundamental que en el sector de la agricultura se destinen todos los recursos necesarios para no derrochar ni una sola gota.
El dispositivo evita que el agua se pierda en la superficie
En esa dirección apunta uno de los proyectos más interesantes surgidos en España en los últimos años: el hidroinfiltrador. Un ingenioso dispositivo creado por investigadores de la Universidad de Granada que conecta el exterior con las raíces del árbol o la planta, permitiendo que el agua llegue directamente a donde más falta hace y evitando así que se pierda en la superficie.
Según sus creadores, el hidroinfiltrador es capaz de capturar el 80% del agua que normalmente se pierde a causa de la evaporación o por las llamadas escorrentías, aquellas corrientes de agua que circulan libremente sobre la superficie.
El dispositivo consiste en una envoltura a modo de malla que se entierra en el terreno circundante al cultivo. La red está rellena de carbón activado, lo que a su vez favorece la incorporación de nutrientes. Todo ello se traduce, además de en un ahorro de agua, en un significativo aumento de la producción y una sustancial mejora de la calidad del producto final, según sus creadores.
"Con el hidroinfiltrador se consigue una nueva forma de suministrar el agua", explica a El Eco de LOS40 Raúl Rojano Cruz, Investigador de la Universidad de Granada y autor de la patente. "En vez de regar suelo regamos directamente las raíces, y en profundidad. Por ello, todo el agua de lluvia, riego y nutrientes son para la planta en vez de perderse por evaporación, capilaridad, escorrentía y bloqueos. También con el hidroinfiltrador podemos transformar una finca de secano en regadío. Y la que fuese de regadío mejoraría muchísimo la eficiencia del riego además de aprovechar mejor el agua de lluvia", añade.
El trabajo hasta llegar a dar con este innovador invento viene de lejos. La investigación arrancó en 2008, pero no fue hasta 2019 cuando la Universidad de Granada pudo registrar la patente. Ahora, el dispositivo se ha probado con éxito en Córdoba, Jaén y Granada. El resultado ha sido esperanzador, y abre la puerta a que muchas otras zonas de España lo incorporen a sus cultivos. "Todo agricultor es consciente de que cuanta más agua tenga su cultivo mayor será la cosecha. Así que con el hidroinfiltrador conseguimos ambas cosas", apunta Raúl.
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Una situación crítica
Es precisamente en Andalucía donde más falta hacen inventos como el hidroinfiltrador. La sequía está golpeando de manera especialmente intensa el sur de la península, lo que se ha traducido en una reservas de agua bajo mínimos. Según los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), los embalses andaluces se encuentran a un 22,6% de su capacidad, lo que supone una disminución de 3,07% con respecto a agosto del año pasado, cuando estaban al 25,13%.
Esa situación se ha cebado especialmente con uno de los cultivos más característicos y apreciados de Andalucía: el olivo. La cosecha de 2022 ya fue mala, de apenas un 60%, y este año es la mitad que el año anterior. Una problemática que está directamente relacionada con el encarecimiento del aceite de oliva que compramos en el supermercado.