El momento que Mariah Carey querría borrar: empujando un carrito de helados y haciendo ‘strip tease’

El verano de 2001, fue especialmente duro para Mariah Carey.  Había empezado a publicar en su web mensajes inquietantes y se comportaba de manera errática en sus presentaciones promocionales. El culmen, lo que dejó atónito a todo el mundo, fue su aparición, “supuestamente inesperada”, en el popular programa de la MTV, 'Total Request Live'. “Desquiciada, divagando sin rumbo y haciendo un ‘striptease’ para el presentador”. Así describieron los medios la que también calificaron como “la aparición más surrealista” de la diva. Seis días después, ingresaba voluntariamente en un hospital.

Una breve pincelada a ese 2001, en el que la neoyorkina acababa de romper con Columbia (después de 11 años consecutivos de singles nº1 en USA) y había firmado un contrato sin precedentes - 100 millones de dólares y cinco álbumes - con Virgin Records. Preparaba el lanzamiento de su primera película como protagonista, Glitter, y su banda sonora (llamada igual). En esa época, la artista "estaba dando tanto como podía" – según escribió en sus memorias – y su agenda era "despiadada". “En ninguna parte de mi itinerario aparecía la palabra D-E-S-C-A-N-S-O". Como remate, otra ruptura, la de su relación sentimental, después de tres años, con Luis Miguel.

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Así las cosas, en el mes de Julio, Carey apareció en el popular show 'Total Request Live' para promocionar Glitter y, en concreto, el primer single, Loverboy. Entró en el acristalado estudio, situado en Times Square, con una camiseta ‘oversized’ y el título del single escrito en la prenda. Llegó empujando un carrito de helados, saludando y abrazando al público que llenaba el estudio. La recibió el presentador, Carson Daly. Muy simpática y dicharachera, Mariah se quitó la camiseta, mostrando el short dorado y el top verde que llevaba debajo. “¿Qué estás haciendo?”, le preguntó Daly aparentando sorpresa. Ella respondió, “Eres mi sesión de terapia en este momento. Mira, de vez en cuando, alguien necesita un poco de terapia. Y hoy es ese momento para mí”.

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En ocho minutos la cantante repartió helados al público, mostró la fotografía enmarcada de su madre o leyó su carta. No paró de hablar. La Mariah Carey que dejó en shock al público ese día, estaba, según los medios, “bastante desquiciada, divagando sin rumbo y haciéndole un strip tease al presentador”. Se publicaron titulares como, “El famoso strip tease de María Carey en televisión" o "La crisis de los helados de Mariah Carey". El llamado “comportamiento errático” de la artista provocó un enorme revuelo.

Una semana después, Mariah entró voluntariamente en un hospital. Sufría una "una crisis emocional y física" por la que recibió tratamiento médico y psiquiátrico. Le diagnosticaron trastorno bipolar.

La cantante ha tenido que dar explicaciones en numerosas ocasiones de ese “improvisado strip tease”. La primera vez que lo hizo fue en el especial de televisión ‘Mariah Carey: Shining Through the Rain’, grabado en octubre de 2002: “Era como una escena en la que, de repente, representaba una especie de show de cabaret con striptease… no voy a dejar de ser yo porque la gente no me acepte. Lo único que desearía es haber tenido un mejor ángulo de cámara”.

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También habló del tema en su libro de memorias de 2020, ‘The Meaning of Mariah Carey’. Contó que, cuando preparaba el lanzamiento de Glitter, (las primeras críticas eran nefastas) sintió que su equipo no estaba haciendo nada en absoluto. Que todo estaba en sus manos. Fue ella quien planeó su aparición en ‘TRL’ como una estratagema para intentar cambiar la narrativa en torno al nuevo trabajo. Pero no salió bien. De su salida con el carrito de helados dice que fue “completamente improvisada, nada ensayado". Y añade: "Yo improvisé todo mi diálogo, como suelo hacer, y esperaba que Carson Daly me siguiera el juego e involucrara a la audiencia. Pero no lo hizo (sé que a él, probablemente, le dijeron que se hiciera el sorprendido, pero no actuó en absoluto)”. Aunque se habló mucho de su striptease, Mariah escribe: “Realmente yo no me estaba desnudando – me estaba descubriendo”.

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Cuando a Carson Daly le piden que detalle los grandes momentos del programa, el primero que menciona es “cuando Mariah vino con el carrito de helados, sin tenerlo previsto, leyendo una poesía. Por supuesto, como David Letterman apuntó, era una estrella del pop desmoronándose en directo en televisión... ese fue un gran momento", contó en E! News. También en ET Canadá explicó: “Mariah Carey me sorprendió en el set. Su comportamiento fue errático... estaba fuera de lugar, no era así como habíamos previsto su visita. Algo estaba claramente equivocado”

Esa visita se convirtió en una de las famosas y notorias del show. Un ex empleado, que pidió que no se publicara su nombre, declaró en el New York Post: “Fue una invitada de última hora, algo totalmente inusual.  Lo habitual era que su director de iluminación viniera con anticipación y nos dijera cómo iluminarla – eso siempre estaba controlado. Esta vez, ella llegó empujando un carrito de helados. Dio una entrevista incoherente, parecía que estaba teniendo un momento ‘Britney cabeza-rapada’. En el control, todos mirábamos con las bocas abiertas, pero no cortamos nada”.

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Mariah Carey admite que su actuación fue "un poco descuida". Pero también que era una escena que todo un equipo de gente conocía y había aprobado con antelación: "Hice mi papel, era como el monólogo de una cómica que 'bombardea' un set", escribe en sus memorias. “Todos los artistas lo hacen, pero en mí provocó una reacción en cadena que me colocó una diana en la espalda". Esa bomba "se proliferó y se convirtió una gran y desagradable historia interminable".