El alimento que Alma Bollo no puede dejar de comer tras su paso por 'Supervivientes'
Además, ha señalado a Adara como culpable de su "adicción"
Alma Cortés en el plató de Supervivientes
Después de meses en Honduras, volver a España y retomar las riendas de tu vida no es una tarea fácil. Alma Bollo ya está en su hogar y, tras su polémico concurso en Supervivientes y su emotiva despedida, la exconcursante está lidiando con las secuelas que le ha dejado el reality.
"He intentado dormir, pero ha sido imposible", confesaba hace unos días, dejando claro que una de las huellas que le había dejado la isla era el insomnio. La hermana de Manuel Cortés desvelaba a sus seguidores que le resulta muy difícil coger el sueño por las noches, y es que tanto tiempo durmiendo en la intemperie y sobre la arena de la playa provocan que tu cuerpo se acostumbre y que ahora le cueste coger una postura cómoda en la cama.
De hecho no es la primera concursante que sufre esta secuela cuando termina el concurso, algunos han tenido que recurrir al suelo para poder descansar. De momento, Alma no ha recurrido a esto, pero sí ha querido detallar lo cansada que se encuentra: "Se apodera de mí, de mi cuerpo, de mi cara", decía, revelando que está "reventada pero feliz" por poder abrazar a su pequeña.
Culpa de Adara
Sin embargo, no es en lo único que nota su paso por Honduras. Durante la estancia de los supervivientes en la isla, el hambre hace muchos estragos y, a pesar de obtener recompensas en los juegos, no son lo suficiente. Se imaginan comiendo su plato favorita e incluso fantasean con los alimentos 'prohibidos'.
Una relación de amor odio es la que siempre ha tenido Alma con el chocolate. A la exsuperviviente nunca ha sido algo que le haya llamado mucho la atención, pero desde que abandonó Honduras su cabeza dio un giro de 180º y ahora no puede dejar de comerlo.
"No sé por qué me dio. Bueno, sí lo sé. Porque Adara se pasaba todo el día pensando en ello y ahora me he vuelto una fanática de la nutella, cosa que antes no pasaba", decía. Además, Alma aprovechaba para puntualizar que, aunque el otro día enseñó un tarro lleno de chocolate, no se lo comió: "No fue así. Me porté bien y me fui al sofá", decía a sabiendas que no era muy buena hora, "pero hoy me voy a comer un bote", puntualizaba.