Situación límite: el Ártico puede quedarse sin hielo en 2030
Un estudio advierte de que el deshielo llegará una década antes de lo previsto a causa del calentamiento global.
El Ártico se está quedando sin hielo. Lo que siempre fue un fenómeno natural debido a las altas temperaturas del verano se ha ido acelerando en los últimos tiempos: desde los años 80, la extensión del casquete polar ha ido menguando a un ritmo del 12,6% cada década. Ahora la velocidad es extrema, hasta el punto de que la totalidad de ese hielo podría deshacerse para el año 2030. Es algo que nunca ha sucedido, por lo que abriría un escenario desconocido de consecuencias impredecibles.
Es la conclusión de un estudio que acaba de ser publicado en la prestigiosa revista científica Nature. Según sus responsables, esta zona de la tierra podría perder la totalidad del hielo en algún mes de septiembre entre 2030 y 2050. Esto es una década antes de lo previsto, ya que otros estudios señalaban 2040 como el año en el que se produciría esta situación.
El estudio da pie a cierto pesimismo, dado que concluye que esta situación se producirá "incluso en escenarios de bajas emisiones de gases de efecto invernadero”. Es decir: aunque todos los países del planeta se pusieran de acuerdo y se consiguiera limitar el calentamiento del planeta a 1,5 grados según el objetivo del Acuerdo de París, el deshielo del Ártico tras los meses de verano sería inevitable.
El efecto albedo
¿Cuáles serían las consecuencias de ese deshielo masivo? De entrada, una mayor incidencia del cambio climático. El agua congelada aumenta el llamado efecto albedo, por el que se refleja la luz solar. Es decir: el polo Norte es un espejo gigante que refleja la radiación del sol, lo que hace que se enfríe la región. Si ese agua se descongela, la región absorbe mucha más energía solar, lo que se traduce en un mayor calentamiento y, en última instancia, acelera el cambio climático.
“El calentamiento en esta región puede aumentar los fenómenos meteorológicos extremos en las zonas septentrionales de latitud media, como las olas de calor y los incendios forestales”, ha explicado a la agencia de noticias científicas SINC Seung-Ki Min, investigador de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pohang (Corea del Sur), que lidera el estudio.”Este deshielo no afecta directamente al aumento del nivel del mar, pero puede incrementarlo por el derretimiento acelerado de la capa de hielo de Groenlandia”, apunta.
Hay más consecuencias. “La pérdida de hielo marino estival en el Océano Ártico aumentará probablemente el uso para el transporte marítimo y otras actividades económicas”, vaticina Dirk Notz, coautor de la investigación científica en la Universidad de Hamburgo (Alemania). “También, a la luz de las tensiones actuales, aumentará muy probablemente la importancia militar de la región, dadas las cortas rutas marítimas que conectan el norte de Europa, Norteamérica y Rusia en esta zona”.
Capítulo aparte merece el daño que sufrirían las especies que viven en esta parte del planeta. Infinidad de especies de mamíferos marinos necesitan una cantidad mínima de hielo para criar y descansar, como en el caso de las focas y elefantes marinos, o para cazar, como ocurre con los osos árticos o los zorros. Sin hielo, no hay vida.